Redacción

Otra de talante del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y, especialmente, de Alfredo Pérez Rubalcaba. Si el jueves el ministro del Interior -a través de la Delegación del Gobierno en Madrid- tapaba la boca por las malas a los guardias civiles prohibiéndoles manifestarse el día 18 de septiembre como tenían previsto, este viernes fue un paso más allá.

Rubalcaba, por medio del director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, ordenó incoar expedientes disciplinarios a los portavoces de las asociaciones convocantes: la Unión de Oficiales (UO), Francisco García Ruiz, y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Alberto Moya.

Al ministro no le gustaron nada las declaraciones que ambos vertieron durante una rueda de prensa ofrecida este mismo viernes por la mañana para quejarse por el veto a su manifestación y para anunciar un recurso judicial a la decisión.

Durante la comparecencia, Moya llegó a acusar a Interior de tratarles como a terroristas. "La Delegación de Gobierno, obviamente teledirigida por el Ministerio del Interior, trata a la Guardia Civil como a los terroristas de ETA, y me explico: para articular esta prohibición han rastreado nuestras páginas web, nuestros comunicados internos a los afiliados como se hace con ETA para prohibir posteriormente sin ningún pudor una manifestación pacífica como se hace con ETA. Estamos en los peores tiempos desde el fin de la dictadura", señaló Moya.

La nota de prensa en la que el Ministerio informa del castigo reza lo siguiente: "En ese acto se han vertido graves acusaciones contra diversas instituciones y autoridades del Estado que podrían ser constitutivas de infracción según lo estipulado en la Ley Orgánica 12/2007 de 22 de Octubre, del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil". A buen seguro esto no acabará aquí.