Redacción

El Gobierno del Reino Unido, al igual que el de Suecia, se unió este domingo a la decisión de Estados Unidos de advertir a sus ciudadanos de que ha aumentado el riesgo de atentados terroristas en el continente europeo, especialmente en países como Francia y Alemania. El ministerio de Exteriores británico informó de que ha incrementado de "regular" a "alto" el nivel de amenaza de ataques terroristas en lugares turísticos de Europa.

Las advertencias de Washington y Londres suceden a las informaciones recabadas por los servicios británicos de espionaje sobre un plan de Al Qaeda de realizar atentados indiscriminados, al estilo de los llevados a cabo en Bombay (India) hace dos años y que dejó 166 muertos.

En Alemania, que celebra este 3 de octubre su fiesta nacional y el veinte aniversario de la reunificación, la ministra del Interior, Theresa May, pidió por su parte a la opinión pública que informe de cualquier actividad sospechosa a la policía para intentar detener un eventual atentado terrorista. "Afrontamos una amenaza real y seria por parte de los terroristas", dijo May. "Nuestro nivel de amenaza es alto, lo que quiere decir que un atentado es altamente probable", añadió.

El ministerio alemán del Interior aseguró por su parte que no existen indicios concretos de ataques terroristas en el país, pese a la advertencia que hizo Estados Unidos. El gobierno de la canciller Angela Merkel está informado de los planes de Estados Unidos, agregó el mismo. Las autoridades alemanas están analizando "en profundidad todos los indicios disponibles y revisan continuamente las medidas de seguridad".

La semana pasada medios británicos y estadounidenses informaron de la amenaza terrorista en países europeos. El semanario alemán Der Spiegel precisó que la información procede de un interrogatorio en la prisión militar estadounidense de Bagram, en Afganistán, al número tres de Al Qaeda, Sheij Junis al Mauretani, un afgano alemán. En Francia, el nivel de alerta por amenaza terrorista es rojo, como advirtió el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores Bernard Valero, tras la alerta.