El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha presidido esta tarde, una misa en la iglesia San Juan de la Cruz de Valencia coincidiendo con la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en la que han participado representantes de numerosos institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica de la archidiócesis.

En su homilía, el prelado ha exhortado a los religiosos, religiosas y miembros de institutos seculares presentes en la archidiócesis valentina a "vivir con más fuerza, entusiasmo y alegría en un mundo difícil y que está cambiando".

El Arzobispo ha animado a los religiosos que han llenado el templo valenciano a "mantener la fuerza profética de la vida consagrada". Asimismo, les ha recordado que "no estáis solos ya que mucha gente os acompaña y admira".

Además, monseñor Osoro ha agradecido la labor de los religiosos y ha manifestado que "os necesitamos en la vida activa y contemplativa así como en todos los lugares más difíciles de la sociedad". Igualmente, el titular de la archidiócesis valentina ha destacado la importancia de los fundadores de las órdenes, congregaciones e institutos seculares y ha invitado a "mostrar su rostro en cada una de las casas de la diócesis".

La ceremonia presidida por el Arzobispo, que coincide tradicionalmente con la festividad litúrgica de la Presentación del Señor, ha comenzado con la bendición de las candelas encendidas y la procesión de entrada al templo, donde, seguidamente, ha tenido lugar la eucaristía con la renovación por los consagrados y consagradas.

La Jornada Mundial de la Vida Consagrada que lleva este año como lema "Ven y sígueme. Vida Consagrada y Nueva Evangelización" fue promovida por el papa Juan Pablo II en 1996. Este año la jornada hace referencia al próximo Sínodo de Obispos que se celebrará en octubre en Roma sobre "La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana" así como a la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud el pasado mes de agosto en Madrid.