El secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos de la Santa Sede, monseñor Juan Ignacio Arrieta, ha señalado hoy en Valencia que el Derecho Penal Canónico "es un instrumento pastoral al que es necesario recurrir cuando es preciso, porque así lo exige la caridad", pero también, porque "es un deber ministerial, con el fin de evitar el escándalo, proteger a los fieles, recuperar al delincuente y restablecer el orden de la justicia".
Monseñor Arrieta, natural de Vitoria, de 61 años y autor de cerca de doscientas publicaciones sobre Derecho canónico, Derecho Eclesiástico y Derecho Vaticano, ha participado esta mañana en una jornada de estudio sobre Derecho Penal Canónico, organizada por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir" (UCV).
En su intervención, el prelado, que es Doctor en Derecho y en Derecho Canónico por la Universidad de Navarra, ha presentado el proyecto de reforma que acomete, actualmente, la Santa Sede, en el libro VI del Código de Derecho Canónico sobre las "sanciones en la Iglesia", en la que se pretende "adecuar" su contenido a las "exigencias sociales", en los cinco continentes, "tendiendo en cuenta las diversas culturas", ha precisado.
Monseñor Arrieta ha señalado que la peculiaridad del Derecho Canónico, además de que "debe ser utilizado cuando es necesario", es que "tiene unas características inseparables de la naturaleza y del deber de la Iglesia, como es la sensibilidad pastoral para ayudar a todas las personas, tanto a la hora de proteger a los fieles del escándalo y de atender a los ofendidos, como para castigar al pecador que ha delinquido con una perspectiva de que enmiende y se recupere".
El deber de vigilancia que compete a los pastores
En su conferencia, monseñor Arrieta ha abordado tanto las razones como la evolución de este proyecto de reforma preparado por el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos. "Un primer criterio que ha presidido nuestro trabajo es intentar transmitir que la disciplina penal debe considerarse y usarse como un instrumento ordinario en la labor del gobierno y que, por tanto, hay que simplificar y facilitar su utilización y, sobre todo, vincularla más a las iniciativas pastorales".
Sobre los plazos en los que pueda estar acabo el proyecto de reforma, monseñor Arrieta ha señalado que "en la Iglesia son siempre largos" y que, en este caso se ha retrasado porque "hemos consultado a todas las Conferencias Episcopales, Dicasterios de la Curia Romana, Facultades e Institutos de Derecho Canónico, Conferencias de Superiores Mayores, así como a todos los miembros y consultores del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos". Según ha indicado, "nos han llegado enmiendas en cada lengua y más de 170 dictámenes, algunos especialmente ponderados y profundos, que actualmente se están clasificando: esto es bueno, porque las leyes canónicas también son una traducción de esa unidad que vivimos todos en la Iglesia", ha subrayado.
Monseñor Osoro: "Adaptar las leyes de la Iglesia a la misión de salvación"
La jornada ha contado con la asistencia del arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, que ha calificado las palabras de Arrieta como las de alguien que lleva "mucho tiempo" estudiando y reflexionado entorno a la ciencia del Derecho Canónico "con la voluntad de hacer llegar la salvación de Jesucristo a todos los hombres a través de ella".
Además, ha señalado que la conferencia de monseñor Arrieta "nos ha ayudado a descubrir cómo la Iglesia ha renovado las leyes de la sagrada disciplina con el paso del tiempo porque su fin es la constante fidelidad a Jesucristo y la mejor adaptación posible a la misión de salvación que la Iglesia debe realizar en este mundo".
El Arzobispo ha asegurado que la reforma del Derecho Penal Canónico manifiesta también la "peculiaridad" del Derecho eclesial, insertado en el misterio de comunión de la Iglesia. Y ha recordado que la presencia de aquellos que colaboran "más directamente" con el Santo Padre invita a los universitarios católicos a expresar "con mucha más fuerza" la comunión con el sucesor de Pedro y con toda la Iglesia Universal.
Monseñor Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru
El secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, nacido el 10 de abril de 1951 en Vitoria, es Doctor en Derecho y en Derecho Canónico por la Universidad de Navarra.
Ha sido profesor en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma (desde 1984), decano de su Facultad de Derecho Canónico (1984-1993 1995-1999) y director de la revista Ius Ecclesiae (1989-2001).
Igualmente, fue director-fundador del Instituto de Derecho Canónico San Pío X de Venecia (2003-2007) y vicepresidente electo de la Consociatio Internationalis Studio Iuris Canonici Promovendo (2004-2011).
Monseñor Arrieta es prelado canonista de la Penitenciaria Apostólica, Juez del Tribunal Eclesiástico de la Ciudad del Vaticano, Consultor y miembro de Congregaciones y Comisiones de la Curia Romana.
Además, es autor de cerca de doscientas publicaciones sobre Derecho canónico, Derecho Eclesiástico y Derecho Vaticano entre ellas, el tratado de Diritto dell"organizzazione ecclesiastica (1997), el Codice di norme Vaticane (2006) y Codice di Diritto Canonico e Leggi complementari (2004, 2007, 2010).
El 15 de febrero de 2007 el papa Benedicto XVI lo nombró secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos y el 12 de abril de 2008 Obispo titular de Civitate.