Emilio Castellote

Después de esta prueba de profunda honestidad y democrática consulta a sí mismos, los diputados, los senadores y todo aquel que quede amparado por ese vitalicio derecho de disfrutar una pensión saludable, sin que esta percepción impida, evite o malogre seguir engrosando sus ingresos libres de todo se me ocurre…. que debería darse paso a una comisión de pensionistas normales, para que se decretaran a sí mismos algo parecido a las gabelas establecidas en 1983 por los propios diputados y a las que el Sr. Bono hace referencia como si de las Tablas de la Ley se tratara, algo inamovible que Dios les dio.

Debería de darse paso a todo colectivo para que a si mismo se blindara su futuro. Una vez con el futuro bien blindado nadie se alarmaría, de ver casos, como los que se están dando en estos días, por su pérdida de pudor y desfachatez.

No hay profesión en el mundo que pueda blindarse su futuro simplemente por pertenecer a ese colectivo, habiendo estado en el en activo solo unos años y en muchas ocasiones, sin presencia. El futuro, creo yo que se lo blinda uno con sus propios recursos, nunca con los del que te paga el sueldo, y ademas sin que este pueda intervenir.

Aquí estamos presenciando una carrera por asegurarse el futuro, cuando el resto de los españoles, los que subvencionamos ese elenco de desaprensivos, estamos en la cuerda floja no ya del futuro, de la inmediatez, del mañana de hoy.

¿A qué espacie pertenecen? ¿Se han creído lo de la CASTA? Propuestas semejantes para alcanzar esos objetivos de seguridad económica vitalicia, solo son imaginables que puedan llevarlas a cabo, quienes se creen que se encuentran por encima del resto de los contribuyentes. Es decir La Casta.

¿Como ellos pueden promulgar decretos para beneficiarse a sí mismos con el dinero público? ¿No debería de tramitarse esta cuestión y cuantas otras semejantes tuvieran lugar en una Comisión de expertos, con luz, taquígrafos y TV en directo para que se apreciara la limpieza del procedimiento?

Da la impresión que no cupo error humano ni cabe rectificación en lo legislado para asegurar el futuro a ese colectivo, que de manera tan ofensiva daña el sentido común del resto de los españoles y la imagen y la economía del país.