David Lozano   El presidente del Gobierno visita la Comunidad Valenciana por primera vez desde que ostenta el cargo en medio de unas relaciones tensas entre Consell y Ejecutivo central Mariano Rajoy gira visita este martes a Valencia y lo hace por primera vez desde que es presidente del Gobierno. Tal vez la visita de Rajoy sea aún más complicada que aquella que realizara en el ya lejano marzo de 2004, poco después de perder las elecciones y con medio partido pidiendo su cabeza. La situación de hoy es casi tan delicada como la de aquella visita en la que Francisco Camps paseó a Rajoy por las Fallas demostrando lealtad al entonces cuestionado líder y de paso darle un baño de masas en una Comunidad siempre volcada con el PP. El objetivo se cumplió y Mariano Rajoy "juró un amor eterno" por la Comunidad Valenciana que ahora empieza a estar algo más que cuestionado. Así, el líder de los populares visita Valencia con una posición objetivamente mejor que en 2004 (habiendo obtenido una histórica mayoría absoluta y visitando una región gobernada por el PP) pero con la innegable realidad de una pérdida total de sintonía con los dirigentes del PP valenciano y, lo que es peor, con un discurso bien distinto entre Ejecutivo central y Gobierno valenciano. Y es que han sido constantes las peticiones de Alberto Fabra de un trato más justo en la financiación, de un cambio de modelo y sentirse "maltratado" por los Presupuestos Generales del Estado aprobados para el próximo año. Tan sonadas han sido las protestas de Fabra (avaladas por su conseller de Hacienda, José Manuel Vela o por el vicepresidente, Pepe Císcar) como sordos fueron los oídos de Rajoy o del ministro de Economía, Cristóbal Montoro. Las desavenencias se hicieron aún más evidentes con "regañinas" de la secretaria general del PP, también presidenta autonómica, Dolores de Cospedal que pidió "responsabilidad" en sus reivindicaciones a los dirigentes valencianos. O lo que es lo mismo, les tildó pública y abiertamente como de "irresponsables". Este ambiente "hostil" recibirá a Rajoy que inaugurará un congreso de directivos de empresa, precisamente después de que la patronal valenciana mostrara su disgusto por los Presupuestos. Como "aperitivo" reivindicativo, el conseller de Economía, Máximo Buch, dice estar "confiadísimo" de que contarán "con el pleno apoyo" del Gobierno central para que la Comunidad Valenciana "reciba el trato que se merece". "Rajoy es consciente de que merecemos un trato que le ayude a salir de la crisis".