La concejal socialista de Torrent, Tatiana Fargallo, se ha convertido sin querer en la protagonista de la actualidad política del municipio. Hace tan sólo tres días, Fargallo presentaba oficialmente su candidatura por el PSOE a la alcaldía del municipio malagueño de Alameda, donde reside actualmente y donde se empadronó el mes pasado tras su enlace matrimonial, pero sin dejar su escaño en el ayuntamiento torrentino.

Este hecho, quizás hubiera pasado inadvertido porque no se salta ningún precepto legal pero con los tiempos que corren y la caída en picado de la popularidad de los políticos ha hecho saltar las alarmas del PP, desde donde se han mostrado «sorprendidos» y han solicitado su renuncia apelando a «una cuestión moral ya que ha seguido cobrando su sueldo de 1.200 euros al mes».

«Nosotros no entramos en cuestiones personales ni legales, sólo que ser concejal en una ciudad de más de 83.000 habitantes implica un compromiso con el tejido social y una responsabilidad con sus votantes», puntualiza el secretario general de los populares, José Gozalvo. «Todos los días hay actos culturales o vecinales a los que asistir y Tatiana Fargallo lleva cerca de un año viviendo fuera de la ciudad», matiza.

Pero las críticas han ido más allá, y el PP ha arremetido contra el PSPV porque «no entendemos que mantengan a una concejal que cobra todos los meses del Ayuntamiento de Torrent pero hace tiempo que vive en Málaga».

Tras el revuelo que se ha creado en torno a su persona, Fargallo ha anunciado que presentará su dimisión como concejal del ayuntamiento torrentino el próximo lunes, en la sesión plenaria ordinaria del mes de febrero, «porque en los tiempos que corren es necesario hacer este tipo de gestos», explica a Las Provincias.

La edil señala que esta decisión «no es una respuesta a las críticas del PP», que desde que saltó la noticia ha reclamado al PSPV local su renuncia al acta de concejal, sino que «ya tenía pensando hacerlo cuando se publicara en el Boletín Oficial de la Provincia pero ante la magnitud mediática que ha tomado todo esto he decidido adelantarme».

Para Fargallo toda esta polémica que la ha puesto en el ojo del huracán es «ridícula e increíble, cuando hay cosas más importantes en las que pensar», entre ellas, como recuerda «la imputación administrativa de la alcaldesa, Amparo Folgado y los concejales de la junta de gobierno».

«Durante todo este tiempo, nunca he faltado a mi compromiso con Torrent y la responsabilidad orgánica con mi partido», advierte. «Cada uno de los concejales nos dedicamos a un área determinada y yo he cumplido con mi deber y asisto a los plenos y comisiones», puntualiza, al tiempo que responde a los populares recalcando que «no es el PP el que tienen que fiscalizar mi trabajo sino el grupo municipal socialista y mi partido, y el calendario de trabajo también me lo marcan ellos».

Respecto a sus nuevas perspectivas dentro del partido socialista en Málaga, Fargallo asegura que ni siquiera sabía que «me iban a nombrar candidata a la alcaldía». «Me lo comentaron mis compañeros y yo, como mujer de partido que soy, acepté», comenta. Este nombramiento se hizo público el 29 de enero y desde entonces, la concejal torrentina ha compatibilizando la precampaña en Alameda con sus tareas de oposición en el municipio valenciano, separados por 580 kilómetros.

El hecho de que Jesús Ros ganara las primarias del grupo municipal socialista frente al actual portavoz, Andrés Campos, no ha influido en la marcha anunciada de Fargallo, quien afirma que la decisión de vivir en Alameda «ya estaba tomada por motivos personales».

Mientras, el grupo de Ros sigue elaborando la lista que encabezará para su escalada a la alcaldía de Torrent, que se hará pública en marzo, y se mantiene al margen de esta polémica sobre la actual concejal del PSPV, dejando sobre el tejado de Campos la responsabilidad de estas decisiones.

El actual portavoz ha aclarado que «se trata de una decisión personal y la hemos respetado». «El acta de concejal es personal, siempre y cuando no se haya cometido una ilegalidad», advierte Campos. Ahora, el sitio que deja libre Fargallo tendrá que ocuparlo la siguiente en la lista socialista, aunque primero tendrá que aceptar la responsabilidad de asumir el cargo a tan sólo casi tres meses de las elecciones municipales.

Para el PP, la decisión de Tatiana Fargallo «llega tarde». «Lo más grave es que tanto Ros como Campos aceptasen esta situación como normal cuando la ciudadanía pide responsabilidad a los políticos. La iniciativa tenía que haber salido del propio partido y no hubiera hecho falta que le sacáramos los colores», añade Gozalvo.

Los populares tenían previsto preguntar al PSPV por esta situación en el próximo pleno, pero el anuncio de la dimisión de la concejal ha frenado la polémica, aunque no por eso deja de estar abierta, ya que los populares quieren saber si la edil «devolverá el sueldo de concejal del ayuntamiento desde que vive en Málaga o desde que se empadronó en el municipio de esa provincia y dejó de trabajar por los torrentinos».