El secretario autonómico de Justicia, Antonio Gastaldi, ha asistido en Burjassot al acto que ha dado inicio a la salida simbólica del Proyecto Camino-Colonia 2012, que este año celebra su séptima edición. Gastaldi ha dirigido unas palabras a un grupo de 17 chicos y chicas que, desde el pasado mes de febrero, se están preparando para afrontar el Camino de Santiago en bicicleta junto con ocho educadores del Centro de Reeducación de Menores Colonia San Vicente Ferrer. Este año, los menores participantes recorrerán alrededor de 765 kilómetros desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela. Durante el acto, que ha concluido con una salida simbólica en pistas, los menores participantes, acompañados de sus familiares, han recibido sus bicicletas y una mochila de peregrino representativa del Camino de Santiago Esta actividad, que ya va por su VII edición, nació por iniciativa de un grupo de educadores de este centro de menores dependiente de la Generalitat, que se plantearon aprovechar el inmenso potencial personal de los muchachos que se encontraban cumpliendo una medida judicial. Uno de los objetivos más importantes de este proyecto es el que ha subrayado el secretario autonómico: "la asunción del esfuerzo y el sacrificio como medio para conseguir metas". José Miguel Bello, director de la Colonia San Vicente, destaca a su vez "la importancia de la práctica deportiva, la convivencia, el ayudar y aceptar ayuda como medio para aprender a relacionarse más y mejor con los otros la toma de contacto con formas diferentes del disfrutar del ocio para generar alternativas válidas del uso del tiempo libre y la apertura a culturas y formas de vivir diversas, como ampliación de conocimiento más allá del entorno próximo". El proyecto, que sirve de ayuda a los menores en su proceso de crecimiento personal y de reinserción social, contempla un largo periodo de preparación y quince días de ruta xacobea en bici de montaña. Tanto menores como educadores se preparan con entrenamientos físicos progresivos que culminan con salidas diarias en bicicleta, empezando con trayectos cortos, que poco a poco se van haciendo más duros como la Vía Verde de Ojos Negros -148 km-, o la ida a Benitandús por los puertos de Xirivilla y Almedijar -79 km. De esta manera, recuerda Bello, "aprenden a rodar en grupo, a dosificar el esfuerzo y a calibrar el estado de ánimo". Asimismo, a través de talleres psico-pedagógicos, se trabajan las habilidades sociales, la convivencia en grupo, el compañerismo y la solidaridad, la resolución de conflictos, los primeros auxilios así como los aspectos relacionados con la cultura del Camino. A la finalización de cada uno de los entrenamientos se hace una pequeña evaluación de la etapa, en la que los participantes expresan cómo se han sentido, qué dificultades han encontrado y qué es lo que más les ha gustado. De todo ello dejan constancia escrita en su diario de campo. El equipo de educadores responsables del proyecto se reúnen semanalmente para valorar el estado de los menores participantes, sus progresos y su adaptación a las distintas fases.