El acto, que ha tenido lugar en el Real Jardín Botánico de Madrid, ha contado con la presencia de Odile Rodríguez de la Fuente, directora general de FRdF, Guillermina Yanguas, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, así como del director del Jardín Botánico de Madrid, Gonzalo Nieto, el director de Árboles Monumentales de Imelsa, Bernabé Moya y el director del proyecto de FRdF, César Javier Palacios. Alfonso Rus ha destacado "el esfuerzo presupuestario que cada año realiza la Diputación para que la atención al bosque no se deteriore, pese a la grave crisis económica por la que estamos atravesando. Porque el cuidado del medio ambiente es, desde el primer momento, un eje estratégico en la misión de nuestra empresa de impulso del empleo, Imelsa". Rus ha incidido en la importancia de los bosques para los municipios valencianos y ha recordado que "cuando pocos creían en ello, en la Diputación ya trabajábamos para que el atractivo forestal también fuera un punto de interés para el turismo de interior. Por eso estamos convencidos de que este programa potenciará el desarrollo y el dinamismo de la economía rural. Por eso nos hemos aliado con Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, que es una institución europea de referencia en la defensa del medio ambiente". Por su parte, el director del departamento de Árboles Monumentales de Imelsa, Bernabé Moya, ha indicado que "este programa viene a refrendar la labor que venimos realizando desde hace veinte años en este departamento. Por ello, que la Unión Europea haya seleccionado este proyecto junto con la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente supone una inyección de moral y de fuerza para continuar defendiendo nuestro valioso patrimonio natural". Odile Rodríguez de la Fuente ha afirmado que "hay algo en los árboles que a todos nos toca. Por eso les hemos elegido como grandes embajadores de la vida. De ahí que el gran objetivo de este programa sea incidir en la necesidad de que se produzca un cambio en la relación entre las personas y el medio ambiente, para construir un futuro marcado por una perfecta armonía". Asimismo, Odile ha destacado "el papel de los niños y las niñas en este cambio de rumbo, porque ellos son los ciudadanos del futuro y quienes deben tener conciencia de la importancia del respeto y la protección del medio natural que nos rodea".

Guillermina Yanguas ha definido a los árboles singulares como "elementos esenciales que atestiguan la sensibilidad ambiental de nuestros antepasados, y forman parte del patrimonio histórico de nuestro país. Por ello, este proyecto se ajusta al objetivo del Ministerio de dar a conocer nuestros valores naturales y constituye una oportunidad de desarrollo económico rural".