La maquinaria del vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba se puso en marcha para convertir lo dicho sobre Leire Pajín por el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, en una ofensiva en toda regla contra el Partido Popular. Gobierno, Comité Federal del PSOE, el propio PSOE y los afines del sindicato de la Zeja convirtieron al alcalde, a Mariano Rajoy y al Partido Popular en un pim pam pum -por los "morritos" de la nueva ministra- que comenzó con el boicot a la Seminci en Valladolid como informó El Semanal Digital.

El secretario general del PP en el Congreso, José Luis Ayllón, consideró que Pérez Rubalcaba, es "genéticamente machista" porque es "incapaz de proteger a las mujeres españolas de la violencia de género". Así respondió Ayllón en su Facebook a Rubalcaba, quien calificó de "repulsivas" las declaraciones de León de la Riva, sobre los "morritos" de la ministra de Sanidad, y aseguró que en la "genética" del PP hay algo que "rechina" con la lucha por la igualdad. Ayllón subrayó que no se debe buscar en las afirmaciones de León de la Riva "la opinión de 700.000 afiliados de un partido que ha demostrado que le repugnan la violencia de género y el machismo".

Por su parte, el secretario de Comunicación del Partido Popular, Carlos Floriano, denunció "el sectarismo de RTVE" y acusó al vicepresidente de manipular la cadena pública como, a su juicio, ocurrió durante los últimos años del felipismo. "No vamos a tolerar que, igual que utilizó la televisión pública para negar la existencia de los GAL, ahora lo haga para atacar al Partido Popular", advirtió al señalar que en una noticia sobre las reacciones al alcalde de Valladolid no se dijera que había pedido perdón.

Para el PP es lamentable que Rubalcaba dijera que el machismo "está en la genética del PP" y que esta formación tiende a "las groserías de barra de cantina". Pero además el nuevo vicepresidente parece olvidar que Alfonso Guerra llamó "mariposón" a Mariano Rajoy, que un concejal del PSC afirmó que la directora de TV3 estaba "mal follada" o que Antonio Camacho, su segundo en Interior, respondió con una grosería superlativa cuando una diputada no se creyó que tenía que ir al baño en el Congreso.

Por su parte, María Dolores de Cospedal al declarar que los militantes del PP llevan en sus genes rectificar cuando se equivocan, recordó que el alcalde de Getafe, Pedro Castro, no ha pedido perdón todavía por llamar "tontos de los cojones" a los votantes del PP.