Las elecciones gallegas del próximo 21 de octubre vuelven a convertirse este sábado en el eje de la política nacional, al ser el escenario elegido por el presidente del PP, Mariano Rajoy, y por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, para hacer campaña. Junto a ellos también respaldarán la campaña de los populares y de los socialistas gallegos otros altos dirigentes de sus respectivos partidos, que se distribuirán por la geografía gallega para intentar maximizar el impacto de sus mensajes electorales e intentar movilizar a los indecisos, que según la encuesta del CIS, supera el 38 por ciento del electorado gallego. Tras un acto en Baracaldo, el presidente del Gobierno acudirá por la tarde-noche del sábado a As Nogais, un pequeño municipio lucense de poco más de 1.300 habitantes censados. Nuevamente no coincidirá con el presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, quien ha reservado la jornada para sendos actos en A Coruña y en Vilalba (Lugo). Se reproduce así la estrategia que siguieron los populares en las autonómicas de 2009, cuando Rajoy mantuvo una agenda separada de la de Feijóo que lo llevó a aldeas y pueblos del interior lucense y orensano en una campaña de contacto directo con los potenciales votantes. Después de la demostración de fuerza que hicieron los populares la semana pasada al reunir en el mitin conjunto de Rajoy y Feijóo en la plaza de toros de Pontevedra a 12.000 personas, este sábado también se movilizarán en Galicia la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Fomento, Ana Pastor.