El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha exhortado a los sacerdotes valencianos a "caminar alegres anunciando a Cristo en este momento de la historia, con las dificultades reales que tengamos, pero sabiendo que la fuerza y el poder son del Señor".
Durante su homilía en la misa que ha presidido en el Seminario de Moncada en la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, y en la que ha concelebrado cerca de 400 presbíteros, el prelado ha reconocido que "es verdad que hoy hay muchas fuerzas pero ninguna es superior, por muy grande que sea o por muchas que inventen los hombres, a la que tiene Jesucristo, que es la que ha querido regalarnos con su propia vida, misterio y misión".
Por ello, ha insistido en la necesidad de transmitir esperanza a la sociedad de hoy y en considerar "una gracia inmensa de Dios" poder transmitir la Palabra "que nosotros también hemos recibido con alegría".
Además, ha alentado a promover la "novedad, comunión y misión"en la labor pastoral, con el fin de "presentar siempre la novedad que lleváis en vuestra propia existencia" vivir la comunión "que se convierte en armonía con capacidad para atraer la atención de los hombres" al igual que "la entrega generosa a la misión".
Previamente a la misa, el prelado ha presidido en el Seminario el acto de entrega de medallas concedidas a los presbíteros que cumplen este año sus bodas de oro y plata sacerdotales, entre ellos, dos prelados valencianos, el arzobispo de Mérida-Badajoz, monseñor Santiago Garcia Aracil, y el obispo de Lleida, monseñor Juan Piris, que, junto a otros 16 sacerdotes, celebran 50 años de su ordenación sacerdotal, mientras que otros diez sacerdotes de la archidiócesis cumplen 25.
Asimismo, en el mismo acto, el rector del Seminario Menor de la Archidiócesis, Javier Grande, ha presentado su proyecto educativo que ha publicado en un libro que ya está siendo solicitado por otras diócesis de España para poder aplicarlo en el desarrollo de sus respectivos seminarios menores. Monseñor Osoro ha aprovechado también para solicitar a los sacerdotes un impulso a la pastoral vocacional mediante su implicación personal y les ha animado a escribir su testimonio de vocación para luego editarlo en una publicación.
Igualmente, el Arzobispo ha obsequiado al hasta ahora obispo auxiliar de Valencia, monseñor Enrique Benavent, designado el pasado viernes obispo de Tortosa por el papa Francisco, con una réplica del Santo Cáliz "para que recuerde Valencia cuando celebre con él la misa" en su nuevo cometido pastoral, según ha indicado el prelado.
Finalmente, todos los asistentes han compartido una comida de fraternidad.
La fiesta litúrgica de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote fue aprobada por la Iglesia en 1974 a propuesta de quien fuera arzobispo de Valencia monseñor José María García Lahiguera.
Fotos: V.GUTIERREZ/AVAN