La mujer acusada de arrojar a su hijo recién nacido por una tubería a un patio de luces del bloque de pisos donde vivía, en junio de 2013 en Alicante, ha alegado que del día de los hechos "solo" recuerda "sangrar mucho, ir al baño", donde expulsó "algo sin forma" que no parecía un niño, y después "tirar de la cadena".

   Asimismo, ha manifestado que no sabía que estaba embarazada porque no se lo habían dicho ninguno de los médicos a los que visitó en los meses anteriores al parto, al padecer una mastitis infecciosa, según ha explicado durante su declaración en la primera vista del juicio que se sigue contra ella en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Alicante.

   Según el relato del fiscal, que reclama 12 años y medio para la acusada, los hechos tuvieron lugar el 21 de junio de 2013, cuando la mujer, tras dar a luz en su vivienda, cortó el cordón umbilical del bebé, lo metió en una bolsa y lo arrojó por una tubería que desciende hasta un patio interior de la finca, empujando el cuerpo del recién nacido para que cayera a una oquedad de tres o cuatro metros de profundidad. A los dos días, el bebé fue rescatado con vida por los bomberos después de que una vecina escuchara un sollozo que, al principio, confundió con el de un gato.

   La acusada ha defendido que aquel día se despertó con dolores que le hacían sentir que "moría por dentro", por lo que acudió al cuarto de baño y expulsó "algo sin forma, con coágulos de sangre y algo de carne", pero "nada que se pareciera a un niño". Después, según ha relatado, "tengo la sensación de que tiré de la cadena".

   Posteriormente, la mujer ha afirmado que su compañera de piso la trasladó al Hospital General de Alicante en moto, porque "llamé a los servicios médicos y nadie vino" durante dos horas, donde ingresó en el centro con una hemorragia vaginal. Una vez allí, la Policía la detuvo por la muerte de su hijo, por lo que ella pensó en su niño mayor, "el único que tengo" y quería "que alguien me explicara a qué niño había matado yo".

   La acusada, que ha asegurado varias veces que sufre un desorden en la menstruación, ha insistido en que "nadie" le dijo que estaba embarazada y ha señalado que se estaba tratando una mastitis infecciosa "desde diciembre de 2012". Además, la mujer ha negado que desarrollara barriga y ha apuntado que tenía "la misma que tengo ahora".

   "Llevo un año y medio peleándome con mi cerebro para recordar, pero no aparece", ha incidido en referencia a si se acuerda de los hechos por los que se le acusa.

   Una de las testigos que ha prestado declaración en la vista de este miércoles, vecina del inmueble y encargada de la limpieza de las zonas comunes del mismo, ha subrayado que la acusada le dijo en una ocasión que tenía un "embarazo psicológico" y que "quería conseguir el dinero" para abortar. Además, esta testigo también ha sostenido que a la acusada "le crecía la barriga", aunque ella seguía manifestando que se trataba de un embarazo psicológico.

   El ministerio fiscal pide para la acusada 12 años y medio de prisión por un delito de tentativa de asesinato con agravante de parentesco, mientras que la defensa, en declaraciones a los medios tras la celebración de la primera vista del juicio, ha informado de que solicitará la libre absolución de su cliente basándose en su declaración de que desconocía que estuviera encinta y debido a que, además, en el momento de los hechos, solicitó una ambulancia que no acudió.

   La segunda vista del juicio continua mañana jueves con la segunda parte de las declaraciones testificales y las declaraciones periciales.