Redacción

Amando de Miguel en su presentación de <<Memorias y Desahogos>> en Murcia

«Los españoles no estamos haciendo el esfuerzo necesario para salir de la crisis», dice a punto de irse a comer, en cuanto le dejen las entrevistas de los periodistas a las que se lanza a lengua -española de pura cepa- abierta, el sociólogo Amando de Miguel (Pereruela, Zamora, 1937), que hoy presentará en Murcia su último libro, "Amando de Miguel. Memorias y desahogos" (Infova Ediciones). Habla alto y claro, sin necesidad de gritar, Amando de Miguel, que no evita entrar a ningún trapo. Personaje cada vez más controvertido, adorado (¡pobre!) y detestado (¡el pobre!), sus opiniones suelen incomodar a muchos y desatar iras él ni se inmuta, él dice lo que piensa. «Respecto a mis semejantes soy muy optimista, así como soy pesimista respecto a mí mismo, que es la combinación contraria a la que se da en España», afirma el sociólogo. Y por eso, dice, «me siento yo tan extraño entre mis compatriotas. El pesimismo es la forma natural de ser de los españoles. En España sucede tontamente que el pesimista es el que tiene prestigio, el que supuestamente está bien documentado... es muy española esa idea de que los demás son unos inútiles y un desastre y uno sí que sabe. A mí me pasa lo contrario, que me considero un inútil y en los demás contemplo el espectáculo de la vida humana y me solazo mucho».

Aunque intenta relativizar el presente -«tendemos siempre a magnificar los acontecimientos, y la realidad es que antes y después de la llegada del hombre a la Luna es exactamente igual...»-, lo cierto es que se pone las botas, y no para salir corriendo, hablando de la crisis económica en España y del Gobierno de Zapatero, que le pone el cabello blanco de rigurosa punta.

De Miguel -«un poco narciso sí soy, pero no demasiado»- no duda a la hora de enumerar los valores que defiende en estos momentos. «El primer valor que defiendo -explica- es el esfuerzo personal, y el segundo la curiosidad por el mundo que te rodea. La mezcla de valores como la curiosidad y el esfuerzo es tremendamente positiva y necesaria». «Noto claramente -añade- que esos valores fallan a mi alrededor, sobre todo en la gente joven, que no los acepta mucho porque no ha entendido, quizás porque no se lo hemos sabido explicar o no le hemos dado buen ejemplo, lo importantes que son». Y la falta de estos valores es, precisamente, según el sociólogo, la que «va a dar lugar a que la crisis económica vaya a ser más duradera en España que en otros países con decir que se debe todo a la codicia de los banqueros de Wall Street no se soluciona nada. Salir antes o después de la crisis depende de la población respectiva, y la población respectiva en nuestro caso no está siendo un buen ejemplo. Los españoles no estamos haciendo el esfuerzo que hay que hacer para salir de la crisis. Y luego, claro!, es que tenemos un Gobierno muy incompetente».

«Yo de lo que me quejo más», indica De Miguel, quien se muestra encantado con el hecho de que «mi libro de memorias le esté gustando a la gente», es «de lo mal que funciona la vida pública, que está muy mal organizada y conlleva un derroche de recursos como si fuésemos ricos». «Por ejemplo, ¿cómo es posible que a los equipos de fútbol se les dé dinero público?», se pregunta. «Hay muchas comunidades que les dan dinero a los equipos de fútbol locales. Oiga, que el fútbol es un negocio, pero qué está haciendo usted!», exclama con razón.

No lo duda un instante. Si se le pregunta que si de verdad cree que con la llegada del PP al Gobierno de España mejorará la situación, responde veloz: «Ah, sí, sí. Yo creo que no cabe la menor duda de que sí. Además, es que es difícil tener un Gobierno más incompetente que el que tenemos».

-¿Tiene usted fe en Rajoy?

-Claro, con él peor no pueden ir las cosas de ninguna manera. Tampoco es que me entusiasme, pero es que en España es urgente ya un cambio de Gobierno. Zapatero hace tiempo que debería ya no esta