El tirano Mohammed VI ha puesto a trabajar a sus esbirros quiere Ceuta y Melilla, a toda costa y cuanto antes, o sea, lo de siempre. Para lograrlo, su estrategia consiste en presionar periódicamente a nuestra nación con reiterativa acciones subversivas. Ya lo intentó en tiempos de Aznar, pero aquel era un hueso duro de roer. En cambio, con Zapatero y sus adláteres socialistas, la cosa resulta sencilla. En esta ocasión, la excusa no es otra que la supuesta vejación a la que los lacayos marroquÃes son sometidos por la policÃa española en su "versión femenina". La cosa resulta absurda el ciudadano marroquà no puede verse privado de dignidad, porque no la tiene nace y vive en la esclavitud de su paÃs, y obedece sin rechistar las órdenes que Su Majestad, descendiente directo del profeta, le dicta de manera, que no seguiremos el juego a tales barrabasadas.
La verdad es que poco o nada, me preocupa el pretendido trato que reciben los vasallos marroquÃes en nuestras fronteras por malo que sea -que no lo es-, siempre será mejor al que reciben en su paÃs y, desde luego, a años luz del que ellos mismos procuran a los pobres subsaharianos que osan atravesar sus fronteras, asà que dejémonos de hipocresÃas. Antes que sus patrañas debiera inquietarnos el hecho de que, con todo lo que sabemos de nuestro paÃs vecino, sigamos acogiendo a sus súbditos como si fueran hermanos a dÃa de hoy, son más de ochocientos mil los marroquÃes que residen legalmente en España. Todo un ejército quintacolumnista que, sin embargo, no deja de recibir subvenciones a costa de nuestros presupuestos les pagamos su educación, la sanidad, le concedemos vivienda oficial, y si la cosa sigue igual, pronto mataremos corderos en dirección a la Meca.
Todo ello, sin embargo, no ha evitado que el Gobierno central y la Junta de AndalucÃa, concedieran a nuestro amado vecino, durante el presente año, diecinueve millones de euros en concepto de subvenciones. Nada menos… y en plena crisis. Del mismo modo, las bajas formas tan consustanciales a la Ãnfima estofa de su Elevada Majestad marroquÃ, sobradamente demostradas en años anteriores, y de nuevo reeditadas ahora, al parecer, tampoco son tributarias de una respuesta enérgica por parte del gobierno socialista.
Tradicionalmente, el PSOE siempre se ha mostrado solÃcito y generoso con los enemigos de España siempre ha sabido doblar la cerviz frente a todo aquel que apeteciera en ofender nuestra dignidad nacional, o lo que queda de ella. Pero aun conociendo sus tragaderas, solo equiparables a su corrupción, las que viene demostrando frente a Marruecos en los últimos años resultan excesivas incluso para el PSOE. La cosa da que pensar. Cuando, en su momento, Moratinos habló de Marruecos para referirse a Ceuta y Melilla, incluso los peor pensados dieron por hecho que al ministro le habÃa traicionado el subconsciente. Pero la reciente reincidencia del portavoz parlamentario del PSOE, el señor Alonso, entendiendo como visita a Marruecos, la presencia de Aznar en Melilla, arroja una terrible sospecha y provoca algunos interrogantes, por ejemplo, ¿por qué el PSOE insiste en referirse a Ceuta y Melilla como territorio marroquÃ? ¿Acaso haya pactado la cesión de nuestra tierra al enemigo y esté preparándonos para el nuevo escenario?
Lo cierto es que Marruecos trata a España con una insolencia insultante. Mientras, Zapatero, le responde con multimillonarias subvenciones, que no hacen sino ofender los recortes que legisla para los españoles. Da la impresión de que Marruecos tenga prisa por cobrar una deuda pendiente, tanta como para no poder esperar a un posible cambio de gobierno, y que el PSOE de Zapatero trate de pagársela a plazos. Ahora bien, la pregunta es ¿cuál es esa deuda contraÃda por Zapatero? Alguien sibilino y mal pensado podrÃa entrever que el tirano Zapatero tiene mucho que agradecer del tirano marroquà ¿por qué razón? Alguien sibilino y mal pensado podrÃa cifrar el favor, no en una, sino en doscientas razones. Alguien sibilino, claro. Y mal pensado, por supuesto. Por cierto, ¿qué sucedió el 11-M? Qué gran incógnita.
No lo duden amigos, el mayor enemigo de España está entre nosotros vive y yace con nosotros Marruecos es nuestro enemigo, cierto, pero no el mayor. El más Ãntimo enemigo de España tiene unas siglas: PSOE y un nombre propio: Zapatero. O España extirpa este cáncer a la mayor prontitud, o la metástasis terminará con ella.