PÃo Moa________
En el libro Los esclavos felices de la libertad, de Ruiz Portella, leo: "Libertad de costumbres. La que permite, por ejemplo, que ninguna mujer tenga hoy en su marido "el amo de la casa", como lo calificaba todavÃa en 1958 un folleto de la España franquista: "Ofrécete a quitarle los zapatos -añadÃa--. Habla en tono bajo, relajado y placentero (…) En cuanto a las relaciones Ãntimas (…) si tu marido sugiere la unión, accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer".
No sé si no le habrán colado un gol. El texto en cuestión es mucho más detallado y cómico, y me lo enseñó hace años en Cracovia una guÃa polaca que tenÃa novio español, el cual se lo habÃa pasado. El escrito me dio impresión de cierto cachondeo. Me pareció falso, pero como en la historia hay de todo y se han escrito las cosas más inverosÃmiles, no negué que pudiera ser real. Le dije: "He vivido muchos años en el franquismo y jamás vi ni oà hablar de una cosa asÃ. Tengo tres hermanas y ninguna tuvo nunca conocimiento de tales instrucciones. El libro de la Sección Femenina para las chicas era una colección de "mujeres ejemplares", que abarcaban desde santas o heroÃnas hasta la cientÃfica nuclear Lise Meitner, sin olvidar un ejemplo tan discutible como el de la Monja Alférez. Si el texto es real, puedo asegurarte que nunca tuvo ningún efecto, y que la Sección Femenina, precisamente, promovió la educación de la mujer a todos los niveles, por supuesto el universitario, ya en los años 40" (y con más eficacia que la república, pude haber añadido).
Hace poco volvà a ver el texto, con algunas expresiones que denunciaban origen suramericano, y alguien me comentó que habÃa surgido en alguna universidad useña como una broma no sé si feminista o antifeminista.
Como supuesta expresión de las ideas franquistas, la cosa vale poco, ya que nunca tuvo efecto real. Pero serÃa interesante contrastar debidamente su origen. Lo haya escrito quien lo haya escrito, no deja de tener valor como documento humorÃstico. Véase, por ejemplo, sobre la relación sexual: Cuando (el marido) alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Cuando tu marido caiga en un sueño profundo, acomódate la ropa, refréscate y aplÃcate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. No sé si muchos maridos soportarÃan largo tiempo a una mujer asÃ.
Miguel Lozano
"No sé si muchos maridos soportarÃan largo tiempo a una mujer asÃ" Tienes toda la historia de la humanidad como muestra que practicamente todos lo soportarian perfectamente. Personalmente una mujer asi se acerca a lo que yo deseo y espero de una femina para el matrimonio.
Javier
Cada cual cuenta la cosa como la vivió, peor la verdad es que en el ámbito del Meditarraneo europeo, a excepción de Francia, la subordinación de la mujer no fue una praxis exclusivamente española. Hoy aún sigue siendolo es muchos paÃses ribereños tan cercanos al nuestro. La Sección Femenina vivió entre amplias contradicciones y aunque no supuso o contribuyó en exceso a la plena equiparación con el hombre, porque no estaba en su mano decidir ni llegar a esos extremos, si contribuyó, en lo que le fue posible, a abrir una brecha hacÃa el futuro: viajes, campamentos, trabajo en equipo, planificación y economÃa domestica, deporte, ..., esto que nos parece tan primario resultaba una enormidad para la mujer de hasta los inicios de los años sesenta, Y debo recordar que en nuestra actual sociedad, y los análisis históricos deben tener presente los contextos temporales y socio-culturales en que se desarrollan, los malos tratos, el mobbing laboral, la desigualdad en los salarios, el asesinato de mujeres, es algo que aún sigue vigente y nos desayunamos con ello, lamentablemente, todas las mañanas. Para criticar al franquismo y lo que supuso para los españoles. no creo que sirvan estas alforjas. Ahora que está tan de moda, hagan una encuesta entre quienes militaron, obligada o voluntariamente, en aquella organización antes de la década de los 60, cuando el desarrollismo, y las costumbres asimiladas en la emigración van haciendo posible la lenta pero imparable incorporación de la mujer a todos los niveles de la sociedad española.
Leandro
Señor Moa, eso que usted no cree cerdadero lo he oÃdo y visto en familiares de forma "normal", "ausmida", "implÃcita" y "explÃcita"...creoque deberÃa sondear, muestrear un poco a la población de más de 60 años y probablemente se sorprenderÃa de cuán real y cierto ha sido lo que muchas mujeres de esa generación sufrieron. Bien es cieto que dudo que en el resto de paÃses fuera diferente. Y si nos remontamos a la Edad Media podrÃamos sorprendernos más. Asà es que no se moleste: eso es más bien los tiempos en los que se enmarcó el Franquismo, no el Franquismo en sÃ.
Vicenta
Hoy en dÃa las cosas han cambiado mucho y no por la influencia del "innombrable" (ese que nunca nombran para responsabilizarlo de algo malo en los telediarios: Zapatético).
Maica
La mayorÃa de los hombres son en el fondo unos verdaderos inútiles que no saben ni hacerse una salchica Ã"scar Mayer para cenar. De hecho como no se cumple lo que esos párrafos del artÃculo de Moa ellos las amenazan con dejarlas y cuando la mujer se cansa es cuando el hombre suele caer en desgracia y se da cuenta de lo inútil y patético que es.
Jose Miguel
No es esclavitud pero le falta poco porquesi tiene que hacer eso en esos momentos supongo que me puedo imaginarlo que peude pasar si la mujer haec lo que al hombre NO le apetece que haga, como irse y quedar con sus amigas, decir "hola" a un vecino, tardar más de la cuenta de volver de una salida a comprar para hacer la comida o no alabar simplemente lo bueno que es haciendo todo (incluso aunque no lo sea)...
Luisa
Qué triste que las mujeres tengan que fingir su orgasmo. Triste y cruel. Si una feminoide lee esto el puede dar un infarto de miocardio.
Fernando
Mi padre sà le tiró un zapato a mi madre por no decirle dónde tenÃa la ropa en una ocasión en la que se durmió mi padre para ir al trabajo o sea que de broma nada.
Carlos
Pues no era ninguna broma ni fue algo aislado. Yo sà que lo he oÃdo y mujeres que se han rebelado contra esa forma de comportamiento machista y ultra-misógino.