Miguel Esteban Avelino

Este fin de semana Valencia ha sido testigo de un acontecimiento que hacía años que no se celebraba en nuestra ciudad, una Exposición Internacional Felina.

En esta exposición hemos podido ver gatos de llegados de toda Europa, e infinidad de razas distintas, desde los grandiosos Maine Coon hasta los espectaculares Sphynx

Pues es de estos últimos de los que os quiero hablar, unos grandes desconocidos que a muchos les causan repulsión y que a otros tantos una admiración sin límites. Los Sphynx o Esfinges, son esos gatos cuya principal característica es la ausencia total de pelo.

Cualquier persona cuando pasa por delante de uno de estos animales, siente la necesidad de quedarse parado delante de él para observarlo con detenimiento, unos con admiración, otros con sorpresa y los menos con repulsa, pero en cualquier caso ese pequeño instante que cualquier persona se queda mirándolo es suficiente para que el Sphynx despliegue todos sus encantos y nos cautive.

El gato Sphynx tiene un cuerpo largo, delgado y musculoso, de forma tubular con patas largas y delgadas, y pies pequeños.

La cola es larga, delgada y dura. El cuello del gato es bastante largo y la cabeza es algo más larga que ancha. Las orejas parecen excesivamente grandes en proporción al resto del cuerpo del gato, son anchas en la base y de punta redondeada.

Cuando convives con un Sphynx, llegas a dudar si de verdad es un gato, pues su comportamiento es como el de un perro, atiende a su nombre y responde a la llamada de su dueño, le encanta jugar activamente con los humanos y como yo suelo decir son "humanodependientes".

El Sphynx tiene un carácter excepcional, que hace las delicias de los niños y los no tan niños, siempre está haciendo mimos y carantoñas, y le encanta ser acariciado y mimado.

Otra de sus principales características es su temperatura corporal, a diferencia del resto de los gatos el Sphynx tiene una temperatura corporal que oscila entre los 39º y 41º, y que hacen que cuando lo tocas notes que esta extremadamente caliente, de tal forma es como este precioso animal contrarresta la ausencia de pelo, temperatura que alcanza gracias a la gran cantidad de alimento que ingiere, que podremos afirmar con total seguridad que es casi el doble que un gato de cualquier otra raza.

El Sphynx por el hecho de no tener pelo, no necesita ningún cuidado excepcional o especial, quizás la única precaución que hay que tener con ellos es no someterlos a cambios bruscos de temperatura o dejarlos demasiado tiempo expuesto al sol, aunque en este sentido ellos pasan al sol el tiempo justo y necesario.

El aseo del Sphynx como el de cualquier otra mascota, es un puno importan a tener en cuenta. Estos gatos suelen segregar una ligera grasa que les protege la piel y que en el interior de las orejas se convierte en un cerumen que hay que limpiar como mínimo una vez por semana, con bastoncillos destinados para tal uso, y amantes del baño si se les acostumbra desde pequeños, se les suele bañar una vez al mes usando cualquier champú de bebe, y una vez a la semana se les limpia con toallitas húmedas. Hemos sustituido el peinado diario de otras razas, por este tipo de limpieza mucho menos laboriosa.

El Sphynx ha sido el portador de mucha felicidad a esos hogares donde tener una mascota con pelo no era posible por problemas de alergia, y conozco a muchos niños que han podido cumplir el sueño de tener un gato gracias a la ausencia de pelo de estos felinos.

Por último solo quiero aconsejar a todos los lectores, que intenten en la medida de lo posible salvar esa primera impresión que supone ver a un gato desnudo, y conocer a estos animales que sin lugar a dudas también son los mejores amigos del hombre.

Si os ha interesado todo esto os invito a conocerlos mas en la página www.dajuyinmen.es y seguro que os terminan de cautivar.