Carlos Dómine__________
El típico votante español se ha caracterizado siempre por padecer de lo que pudiéramos llamar una "inercitis furibundis"...
Con ello me refiero a su congénita tendencia de votar y seguir votando... y seguir votando... al partido que se encuentre en ese momento en el poder... sea el que sea y haga [casi] lo que haga... Remontándonos a los aciagos tiempos de la vergonzosa corrupción socialista en época de Felipe González, no es fácil olvidar cómo este sujeto -tan ágil de lengua como plomizo en la conducción económica del país- ganaba una y otra vez todas las elecciones, a pesar de los flagrantes y bochornosos delitos de corrupción cometidos por sus adláteres... Sólo cuando la situación se tornó insostenible fue sustituido, aunque no sin añoranza, por el inércico votante... Llegaron los tiempos aznáricos... y, a pesar de los desastres del Prestige, del Yak 42, del ridículo de Perejil (en el que solicitamos de rodillas a los EEUU ayuda para echar a cuatro magrebíes sueltos en un peñón caprino) y a aquella guerra de Irak en que nos incluyeron contra nuestra voluntad, el votante español iba a votar irremediablemente al Partido Popular... Ese trágico exabrupto que fue la matanza de Atocha cambió las tornas, pero, si no hubiera sido por aquello, aún seguiríamos en el pudridero del Gobierno imPopular... Y ahora, en estos zapatéticos tiempos, aún vemos la tendencia del gran parte del mucherío de seguir votando al socialismo -a pesar del derribo programado que ha realizado sobre la economía española- simplemente por haber cambiado la cara del candidato a Presidente, por el arte de birlibirloque de encalvizarlo... Aunque sea el mismo perro con distinto peluquín... En fin... don Marianín lo tiene harto difícil por ese acomplejamiento inercial del que padece el magín del español medio... Pero bueno... de donde hay no se puede sacar...
Javier
Ciertamente es una tradición hispana el quejarse y despotricar diariamente y luego seguir votando a quienes, al parecer, les amargan la vida todos los días. Por eso, en democracia, el cuerpo electoral es corresponsable directo de los postreros males que aflijan a la sociedad, sobre todo si el votado lo es en segunda legislatura y donde ya nadie puede ampararse en el desconocimiento del candidato. La rutina va ligada al sentimiento de que a este país le ha costado mucho poder hacerlo, así como a la identificación partidista. Por eso el español es menos "pragmatico" que aquellos referentes europeos en lo que queremos inspirarnos y donde lo que el votante valora más que las afinidades ideológicas, la gestión, aunque, ciertamente, se avista en el horizonte un punto común: la abstención, derivada del desengaño. En esta fuente de votos empiezan a medrar otras formaciones políticas diferentes a las "tradicionales", quizá para acabar instalando también, y con el tiempo, una nueva forma de rutina.Quien sabe.
Daniel Antonio
A mí me parece que, con independencia de eso que llaman razones para votar a uno a otro (en realidad son excusas para evitar el intercambio ordenado de ideas sobre la cuestión), lo que verdaderamente se pone en marcha es un mecanismo psicológico de conformidad con la opinión mayoritaria para compensar la inseguridad interior y el reconocimiento de que, en realidad, no se entiende lo suficiente de política, de economía o de leyes para votar con fundamento. Vamos, que confunden las elecciones con las quinielas y, por eso, no se pueden publicar sondeos antes de las elecciones.
Reme
La ayuda que pedimos por el ataque e intento de ocupación de Perejil fue para prevenir actos de guerra más significativos por parte del sultán marroquí ...Estabb previsto que atacaran otras islas o Ceuta o Melilla ... Yo vi perfecta la actuación de Aznar en ese caso.
Rosa
A mí la guerra de Irak me pareció una guerra JUSTA, LEGAL Y lógicamente, PROPORCIONADA, pues así es como se ganan las guerras. Por eso se pudo ganar la guerra de Irak, porque fue DESPROPORCIONADA...Que es como deben ser las guerras para que mueran el menor numero de personas.
Alberto
Nadie nos metió en una guerra que no quisimos. Nosotors quisimos ir a la guerra que nuestros aliados defendieron y mantuvieron porque para eso somos aliados...Muy mal amigo mío si sólo sabemos ser egoistas diciendo que era una guerra en la que nos metieron.
Pedro
La inercia se debe a que cuando gobierna el socialismo la gente tiene problemas en identificar al culpable dela ruina y creen que no hay otra alternativa mejor. Pero cuando gobierna la derecha no existe esa inercia ya que inmediatamente lo malo es lo único que se recuerda y lo que se amplifica y lo bueno es procura olvidar y tapar.
Joan
Hombre con Aznar no hubo nada malo en que la gente quisiera votarlo no por tercera vez o por cuarta vez sino por quincuagesima vez. Hacen falta más aznares.