Los 58 municipios menores de 10.000 habitantes que tiene la provincia se beneficiarán en los dos próximos años de los 360.000 euros que el Área de Ciclo Hídrico de la Diputación de Alicante destinará a la mejora de las instalaciones de agua, la modernización tecnológica y la optimización de la gestión y el control hídrico de estas poblaciones. Alrededor de 90.000 habitantes se beneficiarán de estas ayudas que se canalizarán a través de la nueva convocatoria de subvenciones para 2013 y 2014 dirigida a estos ayuntamientos. La diputada de Ciclo Hídrico, Mónica Lorente, ha resaltado en la presentación del programa que "estas ayudas son un ejemplo de la apuesta de la la Diputación para luchar contra la escasez de agua en la provincia, de manera especial en los pequeños municipios. No se trata de realizar grandes actuaciones sino centrarse en las infraestructuras e instalaciones en las que una pequeña inversión puede permitir drásticas mejoras en el ahorro de agua y energía y en la disminución de costes al introducir la excelencia en la tecnología". Las ayudas se dirigen a las actuaciones en los sistemas de control y automatización del abastecimiento y de la desinfección del agua. De hecho uno de los objetivo de la convocatoria es que todos los municipios dispongan de sistemas automáticos de desinfección. El control continuo permite emitir alarmas en caso de anomalía. La subvención también se dirige al control del consumo y la reducción del no controlado, a la telelectura de contadores o la corrección de elementos críticos en las infraestructuras hidráulicas de estos municipios. En este aspecto, en las poblaciones con consumos no controlados medios del 50% del caudal suministrado se podrá alcanzar un rendimiento objetivo del 80%, lo que puede suponer un ahorro de aproximadamente 3 hectómetros cúbicos al año, que equivale a 1.500.000 euros anuales en el conjunto de los municipios que pueden acudir a esta convocatoria. También se ayudará a la mejora de rendimientos y sobrecostes de bombeo, a la prevención de averías y la mejora de las alarmas ante anomalías y las terminales de recepción y acceso a la información hidrológica y sus infraestructuras. El rendimiento medio en las instalaciones para la elevación de agua no supera el 30%. Si se consigue un objetivo del 60%, se evitará un gasto del orden de 2 millones de euros al año. Según ha explicado Mónica Lorente, las disfunciones más habituales en estas infraestructuras son una reducida eficiencia energética, un bajo control de la desinfección y elevadas pérdidas de agua por los bajos rendimientos de la red. Las actuaciones para mejorar el control del consumo y reducir el que no está sujeto a control han permitido que las mejoras que se acometen en puntos concretos de la red disminuyen las pérdidas en 4 litros por segundo, lo que ha ahorra a su vez 350 metros cúbicos al día, equivalente a alrededor de 12.000 euros mensuales. La diputada de Ciclo Hídrico ha resaltado además que las actuaciones en el control del consumo y la reducción del que no está controlado posibilitan reducciones en el bombeo de los pozos de 28.000 metros cúbicos al año, lo que representa un 30% del total y 52.000 metros cúbicos anuales que viene a ser un 20%, respectivamente, en los últimos 4-6 años. Lorente ha puesto los ejemplos de Xaló y Benimeli. Esta reducción se debe a las obras de renovación de determinados tramos y elementos de la red de distribución que se han acometido en el periodo comprendido entre 2007 y 2009. El ahorro conseguido es de 19.000 y 46.000 euros al año.