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Hace 75 años… El Teniente Coronel Yagüe entra en Badajoz con una bandera republicana y grita con la Legión «Viva la República» el 14 de agosto de 1936

A. Manuel Barragán-Lancharro
Badajoz se ha convertido, por parte de la pseudohistoriografía izquierdista (nacional e internacional) en unos de los episodios más manipulados de la Guerra Civil. El hecho de haber sido la primera capital de provincia tomada militarmente supuso la movilización de la propaganda del Frente Popular. Hoy se sabe perfectamente qué ocurrió en Badajoz el 14 y el 15 de agosto de 1936: No tiene nada que ver con lo que cuentan los lamentables pseudohistoriadores regionales.
Ildefonso Puigdengolas
Es falso que el 15 de agosto se produjera en la Plaza de Toros el ajusticiamiento de 2.000 «rojos» o de 4.000 como dicen algunos. Es mentira. Las bajas de los milicianos que defendían Badajoz se estiman con son menos de 300. El Coronel Ildefonso Puigdengolas Ponce de León, Gobernador Militar encargado de la defensa de la ciudad (con poco éxito) por orden del Gobierno del Frente Popular, dejó escrito en sus memorias que la ciudad de Badajoz estaba defendida en las vísperas por unos 275 milicianos. Son los que sostuvieron la lucha contra la Legión y los que perdieron la vida en esa lucha.

Así estaba la Plaza de Toros de Badajoz el 15/8/1936
Uno de los documentos aparecidos recientemente ha sido una fotografía de la Plaza de Toros realizada el 15 de agosto de 1936 y publicada en el rotativo portugués Diário de Notícias dos días después, el 17 de agosto de 1936. Esta fotografía, publicada en el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, es la traducción gráfica de una crónica firmada en Badajoz por el periodista luso Mario Neves: «Ayer se decía en Elvas que en la plaza de toros, trasformada en prisión, se ha llevado a cabo numerosos fusilamientos. Por eso, nos dirigimos hacia allá, con el fin de verificar la exactitud de ese rumor. Tras algunas dificultades, conseguimos entrar a la arena. Algunas decenas de prisioneros aguardaban su destino. Pero la plaza no tiene un aspecto diferente del que observamos ayer, lo que nos lleva a suponer que el rumor es infundado. Los mismos automóviles destruidos y los mismos cadáveres que ayer tanto me impresionaron y que aún no han sido retirados».
Milicianos en el Cementerio de Badajoz. Imagen de R. Brut
Mario Neves visitó el cementerio de San Juan, lugar en el que se estaban llevando los cuerpos de los milicianos que se habían enfrentado a la Legión. Dada la cantidad de cuerpos y por las altas temperaturas que impedían la inhumación, decidieron incinerar esos cuerpos. En la mañana de 18 de agosto de 1936, y de forma clandestina, el camerógrafo francés René Brut filmó esa escena descrita por escrito por Mario Neves. Se estima que esos cuerpos eran 300. Sobre este asunto particular, en la edición este año de los Coloquios Históricos de Extremadura, Moisés Domínguez y yo explicamos en una investigación titulada «Análisis y contextualización de las imágenes tomadas por René Brut en la ciudad de Badajoz el 17 y 18 de agosto de 1936» todos los detalles sobre el trabajo de este cámara en la capital pacense.
La pseudohistoriografía izquierdista ha repetido hasta la saciedad esta supuesta declaración de Yagüe al periodista norteamericano John T. Whitaker: «Naturalmente que los hemos matado. Me dijo: «Â¿Qué suponía usted? ¿Iba a llevar 4.000 prisioneros rojos con mi columna, teniendo que avanzar contra reloj? ¿O iba a dejarlos en mi retaguardia para que Badajoz fuera rojo otra vez?». Pero esa historiografía que funciona con consignas no ha hecho bien su trabajo. Lo mínimo era haber buscado esta entrevista en algún periódico de 1936. No aparece por ningún lado, fue totalmente inventada como demuestran los historiadores Francisco Pilo, Moisés Domínguez y Fernando la Iglesia en 1942. Y desde esta fecha se ha repetido en libros y documentales como si fuera dogma de fe. Esta entrevista inventada apareció por primera vez en el artículo firmado por Whitaker «Prelude to World War. A witness from Spain», publicado en 1942 en la revista Foreing Affairs an American Quarterly Review, y al año siguiente en su libro titulado We cannot escape History.

Yagüe y el Gobernador Díaz de Liaño en 1939
En Badajoz cuando entró la Legión no existía ninguna bandera republicana, sí existía bastantes banderas revolucionarias, es decir banderas rojas. El Palacio Episcopal, incautado por el Frente Popular tuvo en su fachada una bandera roja. El Alzamiento se había producido contra el Gobierno del Frente Popular planificado como un golpe de Estado que tendría que tener éxito en varios días. En las proclamas iniciales de los militares se daban vivas a la República y hasta mediados de agosto utilizaron la bandera tricolor. Esta cuestión es olvidada por la actual historiografía pro Frente Popular. En Badajoz hay pruebas documentales que las nuevas autoridades militares y civiles, a mediados de agosto de 1936 dieron vivas a la República:
Los dos primeros documentos fueron publicados en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz el mismo 14 de agosto de 1936. El primero era un bando suscrito por el Teniente Coronel Juan Yagüe, Comandante Militar de la Provincia de Badajoz y el segundo era una proclama firmada por Marciano Díaz de Liaño Facio, Gobernador Civil de Badajoz. Los dos terminaban con un «Viva la República», aunque Díaz de Liaño añadió a esta fórmula «Honrada».
El otro documento procede de la edición del 27 de agosto del ABC de Sevilla. Es la crónica de guerra Manuel Sánchez del Arco realizó sobre la toma de ciudad de Badajoz. Describe el desfile y concentración de tropas en la Plaza de la República de la capital pacense el sábado 15 de agosto de 1936. Arengó a los legionarios de esta forma: «Merecéis el triunfo porque frente a los que saben odiar, vosotros sabéis amar y cantar y reír. Allá lejos está Madrid, legionarios, y allí llegaremos todos, porque para guiar nuestros pasos en la lucha resucitarán los que aquí cayeron, luchando por España Legionarios de la 16 Compañía: Qué pocos habéis quedado y que orgulloso me siento de vosotros! Gritad conmigo: Viva España, viva la República, viva el Ejército».
En cambio, unas semanas antes, los cabecillas de la revolución pacense pusieron un apellido partidista a la República. El 21 de julio de 1936 se publicó una circular de la Diputación en el Boletín Oficial de Badajoz para exhortar a los ayuntamientos de la provincia ayuda a las milicias. El presidente de la Diputación, Narciso Vázquez, terminaba su alocución con un enfático «Viva la República del Frente Popular». No es un «Viva la República Constitucional». Vázquez Torres, que era un fracasado, pero experimentado golpista de la intentona de octubre de 1934, sabía y conocía el paso que daba al decir «República del Frente Popular». No había vuelta atrás. Pero además era una fórmula de exclusión de la ciudadanía que no apoyaba al Frente Popular y por tanto era una fórmula ilegítima e ilegal. No es de creer que fuera un lapsus freudiano, sino que era consciente del paso que daba, y más aún cuando el Gobierno daba noticias de que la sublevación estaba desarticulada. Por lo tanto, eso del «espontáneo ofrecimiento» no tenía justificación.

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