Foro Historia en Libertad: Castuera, unilateral memoria histórica
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02 de Enero de 2011
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Antonio Manuel Barragán
Uno de los preceptos más perversos contenidos en la llamada Ley de memoria histórica es el que ordena: «Los órganos que tengan atribuida la titularidad o conservación de los monumentos, edificios y lugares de titularidad estatal, tomarán las medidas oportunas para la retirada de los escudos, insignias, placas y otras menciones conmemorativas de la Guerra Civil, existentes en los mismos, cuando exalten a uno sólo de los bandos enfrentados en ella o se identifiquen con el régimen instaurado en España a su término». Debajo de la confusa redacción, se pueden extraer las consecuencias implÃcitas: solamente habrá memoria pública de las personas y circunstancias que se identifiquen con la República del Frente Popular.
La España del presidente RodrÃguez se convierte asà en émula de los tiranos romanos que aplicaban la damnatio memoriae (literalmente, condena de la memoria) para, después de haber ocupado el poder, borrar todas las huellas que pudieran recordar a su predecesores y las obras por ellos realizadas. Y la democracia española se consolida, ahora en virtud de un precepto legal, en un régimen iconoclasta, es decir en un sistema polÃtico que práctica la destrucción sistemática de testimonios de alto valor histórico y documental.
Otras veces, se prefiere recurrir a la acción directa. Es el caso de lo ocurrido en el cementerio de la localidad de Castuera (Badajoz) donde se conserva la tumba de un soldado del Ejército Nacional llamado Antonio López Romero que murió en el Hospital Militar el 6 de septiembre de 1938 como consecuencia de heridas recibidas en acción de guerra. En las fotografÃas que acompañan a este artÃculo se puede comprobar la profanación de que ha sido objeto la cruz de esta tumba, completamente retorcida, asà como la lápida que honraba la memoria del caÃdo y de la que ha desaparecido hasta una fotografÃa que rescataba del olvido a este extremeño. Son las consecuencias de la siembra de odio sistemáticamente llevada a cabo desde la izquierda.
Alicia Antolin de la Hoz
¡Cuanto siento conocer esta noticia! Vivà en Castuera en 1985 y mis recuerdos no pueden ser más bonitos, conocÃa a gente maravillosa allÃ, no me imaginaba que en un lugar tan apacible pudiera haber llegado el odio sembrado a conciencia por Zapatero. Una desgracia...