Persona generosa y amable, amante de su ciudad y su trabajo, el fotógrafo Carlos Sanchis GarcÃa quiso compartir con todos los maniseros y maniseras la pasión que él tuvo a lo largo de toda su vida por la fotografÃa, haciendo donación al Ayuntamiento de Manises de su impresionante colección de máquinas de fotografiar y material fotográfico. Un legado que formó el Museo de Manises de la FotografÃa que lleva su nombre y donde se exhiben estos fondos.
La misa funeral se celebrará el próximo lunes, 4 de junio, a las 11 horas, en la parroquia de San Juan Bautista de Manises.
CARLOS SANCHIS GARCÍA
Carlos Sanchis GarcÃa, que recibió en 2003 el Premi 9 d"Octubre Ciutat de Manises, fue pionero en esta ciudad en la elaboración de fotografÃas en color y en la implantación en el municipio de la primera casa de venta de material fotográfico.
El fotógrafo manisero participó en multitud de ferias de anticuarios y exposiciones, siendo en todas ellas destacado participante y elogiado por la prensa de la época en general. Además, su patente amor por Manises le llevó a tomar parte en multitud de eventos sociales y a donar al Ayuntamiento todo su fondo, tanto de fotografÃas, como de cámaras fotográficas.
El Ayuntamiento de Manises quiso reconocer el generoso gesto de Carlos Sanchis GarcÃa, y su mujer Concepción GarcÃa Palomar, y le entregó, en el año 2009, al fotógrafo manisero la distinción de Hijo Predilecto de Manises. En aquel momento, Carlos Sanchis, contento con la distinción que le hizo su Ayuntamiento, afirmó "si el hecho de ser hijo de Manises ya es un orgullo y un don, el hecho de ir a ser nombrado Hijo Predilecto, aún más". "La idea de la donación surgió porque pensé que ésta es la mejor manera que las colecciones las pueda disfrutar un mayor número de gente", según el fotógrafo, quien añadió que "el hecho de la creación de un Museo de la FotografÃa supone un orgullo para mÃ. Mi tÃo, GarcÃa Planells, fue el primer fotógrafo de Manises y en el año 1900 ya realizaba fotos. Yo a los 9 años ya estaba con él dentro del laboratorio. Desde entonces la fotografÃa me impactó y continué la afición. Ver que un papel blanco se ponÃa en una cubeta e iba saliendo la imagen parecÃa una cosa de brujerÃa", algo que a Carlos Sanchis le fascinó para siempre.
Y, entre los miles de cámaras que hoy son testigo de tantas vivencias, permanecerá para siempre el recuerdo de una persona amable, generosa, sencilla y amante de su familia, su ciudad y su profesión, que llevó la vida con empeño y que deja en el MUMAF, junto a las cámaras y el material que compiló, las muchas horas dedicadas a su oficio y a su principal afición. |