En el homenaje a las religiosas, que tuvo lugar en el Aula Magna del Seminario, se proyectó un montaje audiovisual con diferentes imágenes del paso de la comunidad de religiosas por el Seminario, e intervinieron también el decano de los estudiantes, y el rector, Fernando Ramón, que leyó numerosas adhesiones al homenaje, entre ellas el obispo de San Feliz de LLobregat y ex rector del Seminario, Agustín Cortés.
En el transcurso del homenaje, cada una de las religiosas recibió una placa conmemorativa, al igual que la superiora general de la congregación, Consuelo García, que se desplazó a Valencia para asistir a la celebración.
La congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y María llegó a la diócesis de Valencia en 1974. Desde entonces han atendido el Seminario Mayor y, también en un largo periodo, a la pastoral vocacional. En la actualidad forman la comunidad tres religiosas que son las encargadas de coordinar las tareas de limpieza y cocina así como la atención de todo lo necesario para la liturgia. Tras su marcha las tres religiosas se incorporarán a otras comunidades en otros puntos de España.
"La labor más importante de estas religiosas es el testimonio de vida que les dejan a los seminaristas como ejemplo de personas que han dedicado su vida completamente a Dios", según destacó el rector.
Las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y de María fueron erigidas canónicamente en diciembre de 1930, tras ser fundadas en San Sebastián por María Teresa Dupouy Bordes. Su carisma "se fundamenta en Jesucristo y su donación en la Eucaristía" y su misión es "suscitar y acompañar con la oración y acción las vocaciones sacerdotales religiosas misioneras y laicales para que no falten testigos de Jesucristo en el mundo de hoy y la tarea evangelizadora en todos los lugares del mundo".
La Casa General de la congregación se encuentra en San Sebastián. Desde ella, las religiosas fueron extendiendo su labor por España, en Pamplona, Zaragoza y Almería, además de Valencia. Igualmente, las misioneras del Sagrado Corazón cuentan con comunidades en Uruguay (Montevideo, Rosario y Tacuarembó) Tailandia (ChiangMai y Phayao) Argentina (Puerto Esperanza y Bernardo de Irigoyen) y Honduras (Nuevo San Juan-La Lima).