Manuel Barragan________

El Congreso de los Diputados acaba de publicar un largo listado con los importes de las pensiones de los ex parlamentarios. Llama la atención que una de las pensiones mensuales más elevadas sea la que ha sido concedida a una vieja amiga de este blog, la simpática ex comunistoide Cristina Almeida. Almeida, una de las agitadoras más notables de la Memoria Histórica, ha tenido el cuajo de decir en televisión que desconoce la biografía de su padre o que es una desgracia tener un padre de derechas. Claro, su holgada posición en el franquismo, esa posición que le permitió vivir en Madrid o de estudiar en una Universidad es gracias a las recompensas que del régimen recibió D. Manuel Almeida por sus servicios militares y políticos durante la Guerra Civil y la Dictadura, en las cuales sirvió al Caudillo con diversos cargos políticos de primer orden. Hay que decir que el Frente Popular detuvo a D. Manuel, y que la cárcel provincial en la que estaba recluso sufrió un intento de asalto por los milicianos, lo cual si hubieran tenido éxito nos hubieran privado de tan voluminosa estadista. Tras ser liberado D. Manuel, enrolado como voluntario en una Centuria de Falange Española, liberó del marxismo, en ese caluroso verano de 1936, a las localidades pacenses de Burguillos del Cerro, Almendral, La Albuera, Olivenza y Villanueva del Fresno. Que nadie piense que esa pensión la va ceder gustosa a los «parias de la Tierra» o a la «famélica legión» según dice la letra de La Internacional. Parece ser que Cristina, es como la Belén Esteban con su hijita, es decir, por la pensión mata (en sentido figurado, claro está). Enhorabuena.