Cerca de un millar de personas vivieron con intensidad la fiesta del Carnaval. La crítica social así como política fue una de las principales tramas utilizadas para manifestar la sátira en forma de disfraz. Nuevamente el Grao de Castellón fue uno de los enclaves más multitudinarios donde esta festividad tuvo una señalada repercusión, donde el buen ambiente y la diversión estuvieron asegurados. No obstante cabe señalar que las actividades dieron comienzo ya desde la mañana, con iniciativas destinadas a los niños, así como con un particular desfile, protagonizado por los más pequeños de la casa. Sin embargo el grueso de la jornada dio comienzo tras la lectura de la cridà de Carnestoltes de este año 2013, a las siete de la tarde con la participación del Alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, junto con la teniente alcalde, Marta Gallén, y diversos ediles de la corporación municipal. A partir de ese momento las calles estuvieron invadidas por multitud de personajes así como se puso de manifiesto la crítica a la situación económica y social actual, marcada por la crisis económica.