Emilio Castellote________
A este personaje que figura en los anales de las historias circenses, por sus escapismos inverosÃmiles, de los cuales siempre salÃa sin despeinarse, deberÃamos de añadir la alquimia, palabra derivada del árabe Al-kimilla, más o menos, practica protocientifica en la que se encontraban la astrologÃa, la mitologÃa, la filosofÃa, el misticismo y desde luego el hermetismo.
La globalización nos ha traÃdo como residuo de recientes gobiernos a un escapista con aficiones alquimistas. Es el tÃpico charlatán, con las dotes necesarias para desarrollar su pócima e intentar convertir como los antiguos alquimistas, el plomo en oro, o anunciar remedios milagrosos, o pociones mágicas, o venenos si no contamos con él.
El charlatán, se nos ofrece ahora para redimirnos de la precariedad creada por el mismo y el gobierno al que pertenecÃa, anunciando soluciones magistrales ideadas, en tanto cocinaba su poción, en la que cuidadosamente tomo como ingredientes principales, su dilatada experiencia en asuntos de terrorismo de Estado, de destrucción de la Educación, los acuerdos con ETA que se están consolidando ya públicamente, la financiación de la banda a través de ayuntamientos y diputaciones y como bálsamo final la disolución de ETA sin que se disuelva.
Con estos mimbres se presenta ante la sociedad española, con aires de fanfarria, evocando frases del más refinado estilo populista de mandatario sudaca. Anuncia la Piedra Filosofal de la era moderna, la manera de crear empleo, sin que se dé el crecimiento económico adecuado. Siete años ha tardado el Alquimista A.P.R. en desarrollar la pócima que ahora quiere que se trague la gente. Si no contamos con él, el no contara con nosotros, ya ves tú que dolor de miembro!
Esta presentación me huele a cortina de humo como para que no se hable de otros temas más urgentes e importantes, impertinentes en este momento. Es similar esta estrategia a la polÃtica venezolana, que desarrolla el gorila Rojo. Pienso, me malicio, que posiblemente se ha marchado a Cuba fingiendo una grave enfermedad, cáncer ni más ni menos, difÃcilmente operable según dicen y el asegura públicamente, que vencerá a la enfermedad. OJO!
De esta manera evita que se hable en Venezuela sobre su polÃtica y pérdida de popularidad, su imagen se estaba apagando y nada mejor que sentirse aquejado de semejante tumor para desencadenar la compasión del pueblo.
Esta estrategia es la que nuestro alquimista A.P.R. despliega dejando el gobierno, sin dejarlo, pues su sombra sigue siendo alargada. Sus manos manejan la marioneta de los que quedan en el desgobierno, para contemplar su ocaso, desde el que pretende deslumbrar con una terrorista aurora boreal de la que espera recolectar suficientes sufragios (de sufrir los que no le votemos) como para conseguir otro nuevo gobierno socialista Rubalcabeño, ahora siendo Presidente de su asignatura pendiente, desde donde terminarÃa con la deconstrucción de la España Unida y amanecerá la España Confederal soñada. HabrÃa que gritar bien alto y bien claro a través de una red social (supongo que alguna habrá de centroderecha)! OJO, que viene Rubalcaba disfrazado de Alfredo pásalo, pásalo.
Elvira
Si el PP hora y punto que comenzó la legislatura del 2004-2008 hubiera abaadonado el hemiciclo cuando apareció Rubalcaba este señor jamás estarÃa ahora donde está. Su respetabilidad es incluso dudosa y donde deberÃa estar es entre rejas y no frotandose las manos listo para gobernarnos sucediendo a zETApe.
Luciana
Es que de Rubalcaba yo creo que pocas veces puede esperarse que diga la verdad:? Alguien recuerda que alguna bez haya dicho la verdad?.Yo creo que sólo dice la verdad ante ETA.Las actas asà lo atestiguan...El dÃa que se sepa todo será demasiado tarde y si ya de por sà la justicia no funciona en este caso es que nj le dará tiempo a funcionar.
Pedro
Muy bien escrito. Yo de Rubalcaba no me fio en absoluto. Es el que ha dirigido todo desde el principio. Y como se dice por ahÃ, nos tiene preparada la sorpresa de la "paz" con otro precio más :LA ENTREGA DE NAVARRA.
Alicia Antolin de la Hoz
¡Brillante artÃculo €milio! Sencillamente fascinante. Un fuerte abrazo.
Javier
. Si, como se dice, hace un giro a la izquierda y al radicalismo, no está pues enterrando al zapaterismo, sino que planifica y ejecuta mejor sus opciones: se disocia visualmente de ZP en las sesiones de control al gobierno se aleja de un eventual fracaso en los apoyos a los presupuestos, lo que se interpretarÃa en clave de fracaso polÃtico compartido dispone de más tiempo para su apuesta mediática (lo de siempre en la izquierda) y amarra los posibles flecos con los barones autonómicos. Ciertamente hay un guiño al 15 M, pero también al electorado tradicional del PSOE, porque tiene el suficiente desparpajo polÃtico y apoyo mediático para compaginar ambas cosas. Pero a quienes ven en este señor la "gran esperanza" del socialismo hay que decirles dos cosas: primera, ha participado activamente en la última campaña autonómica, donde ZP tuvo escasisima presencia, y fracasó, porque no consiguió rebajar el desastre electoral. Ha sido su cómplice de sus despropósitos en dos legislaturas, por tanto, también ha fracasado. Segunda: en tiempos anteriores, fracasó igualmente, no en su capacidad de maniobrar polÃticamente dentro de su partido, sino en sus ámbitos de gestión en los gobiernos de González, porque junto con aquel nos dejó más de tres millones y medio de parados que, al igual que ahora, será el termómetro real que inclinará la balanza. Y si la única alternativa del socialismo al zapaterismo es volver al felipismo, eso si, tuneado, deberÃan pensar en refundar y actualizar su partido, porque lo han fiado todo no a la reflexión ideológica y la renovación, sino a la paliación númerica del desastre electoral para, como mÃnimo, pactar la continuidad con el apoyo del nacionalismo. Y si de eso se trata, todos sabemos lo que implica: peaje polÃtico y económico para asegurarse, únicamente, la supervivencia. Ayer decÃa confiar en el poder y la solvencia de este paÃs, pero el tablero en el que juega parece indicar lo contrario, salvo que esté pensando ya en en clave federalista, claro.