David Lozano
La cifra de televidentes totales en la Comunidad Valenciana, apenas 20.000, contrasta con el ruido político y mediático suscitado tras el cierre de las emisiones del canal catalán.
Los sectores de la izquierda siguen siendo auténticos maestros en generar polémica dónde no la hay, sobre todo si de dañar la imagen del PP se refiere. El penúltimo capítulo se ha vivido en la Comunidad Valenciana a costa del cierre de las emisiones ilegales de TV3 en esa autonomía. Pese a que la ilícita difusión del canal catalán tenía un seguimiento minoritario (no superando los 20.000 televidentes), el ruido mediático y político que se ha generado tras el cierre -que no hay que olvidar que se ha producido a instancias judiciales- ha sido mayúsculo en Cataluña y la Comunidad Valenciana, llegando incluso a presentarse una pregunta parlamentaria, a iniciativa de ERC, en el Congreso que tuvo que responder el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui.
La campaña procatalanista ha tratado de desprestigiar políticamente al Consell de Francisco Camps y se ha llegado a "vender" como si de un atentado contra la libertad de expresión se tratase. Los minoritarios sectores independentistas en la Comunidad Valenciana han logrado colocar el asunto de TV3 en el primer asunto de la agenda política en los últimos días. Pero el Gobierno valenciano ha respondido bien y más concretamente su consellera portavoz, Paula Sánchez de León. Así, Sánchez de León ha denunciado que se ha realizado una "instrumentalización política de una cuestión jurídica". Y es que el Consell aclara que toda la polémica responde a una cuestión de legalidad y no ha existido ningún tipo de censura respecto a la televisión catalana.
La portavoz valenciana volvió ha vuelto a condicionar el acuerdo de reciprocidad entre Cataluña y la Comunidad Valenciana a la ampliación del espacio radioeléctrico y la habilitación de un canal múltiplex para que TV3 se pueda ver en la autonomía valenciana y Canal 9 en la región vecina. Por ello, la consellera quiere dejar claro a la opinión pública que las protestas por el cierre de repetidores responden a un intento de "engaño y confusión". A su vez, ha recordado que es el Ministerio de Industria el que tiene que dar el paso para marcar las condiciones técnicas. Tal y como informó en su momento El Semanal Digital, Miguel Sebastián se ha "lavado las manos" en varias ocasiones con el asunto del nuevo múltiplex que solicitan ambas autonomías para ampliar las emisiones, algo que ya ocurre en Baleares y en algunos puntos de Aragón.
Pero sin duda, dónde más acertada ha estado Sánchez de León ha sido a la hora de restar entidad e importancia al artificial conflicto: preguntada por la posibilidad de que Francisco Camps, y su homólogo catalán, Artur Mas, traten la cuestión en la reunión que mantendrán el 20 de abril, coincidiendo con la final de Copa en Mestalla, Sánchez de León mostró su opinión de que el asunto de TV3 no goce de una notable importancia. "Los problemas de TV3 no son un tema que merezca, y tenga la altura, para ser tratado por dos presidentes autonómicos". La consellera ha recordado que hay muchas materias en relación a la economía y las infraestructuras que merecen más trato por parte de Camps y Mas.