El Teatre Auditori d"Aldaia (TAMA) ya luce todas sus placas decorativas, después de que en mayo de 2011 se paralizaran las obras de restauración por falta de pago del anterior Gobierno socialista. La fachada del TAMA, constituida por placas de madera se había deteriorado durante los últimos años, y dado que la empresa constructora se negaba a repararlo, finalmente el caso llegó a los tribunales. El litigio resolvió que la empresa constructora tenía que abonar 180.000 euros para restaurar las placas de la fachada. Ante estos hechos, el anterior Gobierno socialista, sacó a licitación la obra, "con mucha prisa para tenerla hecha antes de las elecciones municipales". Las obras fueron adjudicadas en diciembre de 2010 por un importe de 215.000 euros, y en el mes de marzo se iniciaron, porque a la empresa OCP, que ganó el concurso, el PSOE le aseguró que el Ayuntamiento tenía el dinero procedente de la sentencia judicial para hacer frente a las obras. No obstante, a finales de abril de 2011, la empresa contratista es informada de que ese dinero de la sentencia se ha gastado porque estaba en una caja fija general y en el presupuesto no se ha contemplado este gasto. Es más, dado que la obra se licita en diciembre de 2010 y ese año no se realiza ninguna actuación, la partida presupuestaria se debía haber pasado al presupuesto de 2011, pero el PSOE no realizó esta modificación. De este modo, al no trasvasarse el presupuesto, no se podía dar la orden a Tesorería para que pagara, "una situación que beneficiaba al PSOE, que de este modo no tenía que hacer frente a los pagos" Ante estos hechos, la empresa contratista exigió al antiguo Gobierno socialista que convocara un pleno extraordinario para realizar la modificación de crédito, "pero el PSOE se negó y no mostró voluntad política por solucionarlo, porque en puertas de las elecciones no les convenía mostrar a la ciudadanía que se habían gastado el dinero de la remodelación del TAMA". En cualquier caso, y pese a no haber cobrado, la empresa OCP detecta mientras está cambiando las placas decorativas que hay diversos vicios ocultos, como problemas estructurales en la fachada y canalizaciones podridas. Dado que estas actuaciones no estaban contempladas en el proyecto inicial, el constructor podría haberlo dejado sin reparar amparándose en que debe recibir la autorización del Consistorio, no obstante, dado el peligro que entrañaba para la seguridad de los ciudadanos, dejarlo como estaba, decidieron subsanarlo. Ante estos hechos, y dado que ni la empresa contratista ni el proveedor de material habían cobrado ninguna certificación deciden paralizar las obras en las puertas de las elecciones municipales, pese a que lo que quedaba por hacer equivalía a una semana de trabajo. Cuando el nuevo Equipo de Gobierno del Partido Popular, liderado por Carmen Jávega, accedió al Ayuntamiento se encontró con la situación de que no se había pagado absolutamente nada del TAMA, que la empresa contratista se negaba a continuar con las obras y que el proveedor de material, que gozaba de la exclusiva en toda España, se negaba seguir suministrándolo hasta que empezaran a recibir los pagos comprometidos. En la actualidad, El Gobierno del PP ha abonado las tres certificaciones que ascienden a 210.000 euros, se ha realizado la modificación de créditos para que se incluyan en los presupuestos y en el pleno del próximo mes de octubre se aprobará la partida que cubra las obras de los vicios ocultos, que no estaban en el proyecto inicial. De este modo, resta por abonar la cantidad aproximada de 15.000 euros, que el Gobierno del PP "se ha comprometido a abonar con prontitud". En cualquier caso, dado que ambas empresas han comprobado la voluntad política de solventar el conflicto y de cumplir con las cantidades comprometidas, la semana pasada se retomaron las obras del TAMA, que finalmente está totalmente restaurado para el disfrute de toda la ciudadanía, "demostrando de este modo, el buen modelo de gestión del Partido Popular".