Valencia Opinión Revista - Noticias de la Comunidad Valenciana y sus pueblos

El FC Barcelona como síntoma

Juan Pascual García____

El deporte siempre atrajo la atención de los nacionalismos y totalitarismos. Constituyó un elemento de primera magnitud en la propaganda nazi y comunista. Una actividad deportiva no deja de ser un sucedáneo, relativamente pacífico, de una confrontación bélica. En vista, además, del interés que suscita entre personas de muy variada condición, el deporte se convirtió en una de las mejores formas de mostrar la presunta superioridad de la raza aria o del sistema soviético. En España, los nacionalismos de chapela y barretina no han querido ser menos y, sin alcanzar los logros de aquellos, han utilizado a fondo el deporte para lo que denominan como construcción nacional. El éxito de esta utilización no ha venido tanto por el número de títulos y éxitos, que son muchos pero menos que los clubes de la opresora raza española, sino por la increíble cantidad de aficionados que poseen algunos de los clubes en la órbita nacionalista. El ejemplo más claro es el del Barcelona.

El Barcelona es el más importante representante del nacionalismo catalán en el deporte. El propio club se autodenomina como más que un club. Título que significa no una proclamación pacífica y regionalista de alguna particularidad catalana sino una declaración de su afiliación a la causa nacionalista. El Barcelona no juega ni derbis ni clásicos, sino reediciones de la ficticia versión nacionalista de la batalla de Almansa. ¿Cómo es posible entonces que existan tantos barcelonistas fuera de Cataluña? Por los resultados electorales no parece que fuera la comunidad catalana existan muchos nacionalistas catalanes, si exceptuamos a la Comunidad Valenciana y Baleares. Tampoco se aprecian enormes contingentes de antiespañoles distribuidos por España. ¿Quizás los barcelonistas no conocen las actividades de su equipo en favor del nacionalismo? Es evidente que existe cierto bloqueo informativo sobre las acciones antiespañolas del Barcelona. Sin embargo, en los últimos años aquellas han sido tan palpables que es imposible que la mayoría de barcelonistas no las conozcan. El Barcelona ha impedido en un torneo que sus alevines estén presentes cuando suena el himno de España. Buen ejemplo de coherencia para un equipo que publicitaba a Unicef. Todos los candidatos a la presidencia del Barcelona han apoyado a la selección catalana. Como entidad ha apoyado al antiespañol estatuto de autonomía. Ha permitido la ejecución en su estadio, en el propio campo de fútbol, de actos en favor de los países catalanes. En otro ejemplo de coherencia buena parte de su afición silbó al himno español y al jefe del Estado en la competición que lleva su nombre. En este caso ni la directiva ni ningún empleado del Barcelona pidió disculpas ni perdón de forma clara.

La afición por un club suele comenzar en la infancia. Que una vez llegada a la madurez esa afición continúe es, en mi opinión, debido a que los aficionados desarrollamos un sentimiento de paternidad hacia el club querido. El club es como un hijo al que, aunque le vaya mal y no dé pie con bola, no daremos la espalda. Ahora bien, si bien es elogiable no abandonar a la criatura cuando el club pasa por una mala racha, entra dentro de la anormalidad mantener la fidelidad cuando el niño sale respondón y maltratador. En el caso de los barcelonistas españoles podría tratarse de un caso de masoquismo. Aguantar que silben al himno de tu país varias veces o que te llamen chorizo debería ser un precio muy alto por disfrutar del juego del Barcelona. Como creo que el masoquismo no está tan extendido en España, solo le encuentro una explicación: para muchos barcelonistas españoles las ofensas mencionadas no son tales. El barcelonismo es España es un síntoma de una enfermedad muy grave llamada falta de patriotismo. Este club ha cometido actos que obligan a muchos de sus aficionados a elegir entre su país y su equipo. Creo que muchos han elegido simplemente por el pasotismo.


4 Opiniones
  • Juan Pascual García

    19.01.2012

    Gracias Pedro y Jero por los comentarios. El pasotismo tiene dos vertientes. Algunos pasan totalmente de la política. Dicen que no les gustan los políticos pero lo que hacen es despreocuparse de los problemas sociales. Otros teniendo conocimiento de los problemas con el nacionalismo y el separatismo no obran en consecuencia. Les da igual apoyar a un club deportivo nacionalista. Todos los casos son preocupantes, pero no sé si hay esperanza con los segundos.

  • Andrés

    19.01.2012

    Yo vi muchos pisotones por parte del R.Madrid y muchas patadas que la verdad, casi me quitaron las ganas de cambiar de canal. el R.Madrid debería cuidar mucho más esos detalles. Quedaron muy mal ante medio planeta.

  • Pedro

    18.01.2012

    Es un gran error mezclar la política con el deporte. España es así, qué pena. Y luego van todos y hacen el paripé en la selección española.

  • jero

    18.01.2012

    Sí, muchos pasan ya de la cuestión política...Pero para pasar de los banderones con la estrella esa blanca que se ven hay que hacer un gran ejercicio de pasotismo.

Dinos lo que piensas, deja tu comentario
37104 + 1

Campos obligatorios (*)

El email no será publicado.

Por seguridad, toda etiqueta HTML será reemplazadas a texto