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El caso Brugal anima la guerra entre Jorge Alarte y el PSOE alicantino

David Lozano

Los socialistas de Alicante levantan armas contra el secretario general del PSPV y exigen que se restituya el estatus de Antonio Amorós, su portavoz en la Diputación.

El "caso Brugal", que mantiene en la picota al presidente del PP alicantino, José Joaquín Ripoll, salpicó de lleno a los socialistas valencianos cuando un medio de comunicación "amigo" aseguró que el portavoz socialista en la Diputación de Alicante,

Antonio Amorós, estaba imputado en el caso. La reacción de Jorge Alarte no se hizo esperar y de manera automática suspendió de militancia a Amorós para hacerle también dimitir como portavoz de la institución provincial. Entre los socialistas valencianos "chocó" la firmeza del secretario general para posteriormente criticar abiertamente las formas que, en el mejor de los casos, se calificaron como "precipitadas".

Como en su momento publicó El Semanal Digital, la expulsión de Antonio Amorós provocó un terremoto en el PSPV de Alicante y Alarte perdió volvió a meterse en un charco que se convertiría en océano. La secretaria provincial del PSOE alicantino, Ana Barceló, que hasta ese momento se había mostrado condescendiente siempre con Alarte estalló y criticó abiertamente a su líder regional. Al torrente de críticas se sumaron prácticamente todos los barones provinciales del PSPV y fue Alejandro Soler quien, sin criticar, más contribuyó a desautorizar a Jorge Alarte manteniendo al destituido Amorós en el equipo de Gobierno municipal del Ayuntamiento de Elche. El tiempo viene ahora a dar la razón a quienes sólo se pronunciaron sobre Alarte calificando los hechos como de "precipitados". Semanas después no aparece imputación alguna de Antonio Amorós y un tsunami de críticas arrecian sobre un Jorge Alarte que se muestra inflexible, incapaz de rectificar y que además cuenta con la desgracia de no haber movido un dedo, no haberse pronunciado y utilizar la técnica del avestruz en un caso como el de su portavoz en Les Corts, Ángel Luna. Las comparaciones son odiosas pero en la política "valen" y eso merma y mucho la credibilidad de un Alarte que está aplicando un doble rasero. Amorós sí, Luna no.

Pasado un tiempo prudencial y en vista de la inacción de Alarte, el PSPV en Alicante mueve ficha oficialmente y provoca una nueva guerra que puede ser cruenta. Ana Barceló, en nombre de una gran masa de cargos y militantes, ha exigido el archivo inmediato del expediente de suspensión de Amorós y que se le restituyan sus competencias y cargos. Lo hizo durante la celebración del comité nacional, pero ni por esas sólo encontró la rotunda negativa de Alarte. Al final, y tras varias peticiones de la secretaria provincial del PSPV, el debate se cerró en medio de una enorme tensión y entre unos gritos que elevaron al máximo la temperatura y que son un fiel termómetro de la situación actual del socialismo valenciano. La brecha se agranda día a día.


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