Emilio Castellote

Estamos asistiendo al renacer de los actos sacramentales como algún autor de la generación del 27 quiso reverdecer y fue Miguel Hernández quien con el titulo "Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras" no calculó que le vendría como anillo al dedo a esta nueva escaramuza de Batasuna. Sorprende que se insista con tozudez en no decir claramente por parte del Ministerio del Interior que sin la rendición de ETA, entrega de los arsenales, detención de cuantos terroristas la integran, depuración de sus responsabilidades, juicio y cumplimiento completo de las penas que se les impongan, no pueden montarse Autos Sacramentales para confundir, pues ya no confunden a nadie. Nadie puede fiarse de los buenos propósitos de unos terroristas, nadie puede caer en la ligereza de clasificar ninguna lista ni como blanca ni como negra, sencillamente no hay lugar para lista de ninguna especie, nadie debe de fiarse, ni confiarse salvo que los preceptos de una rendición incondicional se impongan. Ningún asesinado saldrá de su tumba, ninguna familia recobrara la paz y la felicidad, ninguna mutilado por esta barbarie recuperara su anterior calidad de vida. Nada será como antes, lo único la recuperación de la libertad en las Vascongadas y la reducción de los violentos mediante leyes que disuadan de esas manifestaciones antisistema que estan cargadas de terrorismo callejero. Aun estando actualmente ilegalizados, siguen reuniéndose en asambleas y declaran abiertamente, con su chulería habitual, que continuaran en su lucha, las movilizaciones, la desobediencia civil y su participación en las Instituciones. Nadie les encausa, nadie les apercibe, siguen en el monte, y quieren rebuznar en la ciudad. Solo dicen que se han distanciado de ETA, ¿que garantía es esa cuando no respetaran las Instituciones en las que quieren entrar? Se ríen del poder establecido y el Ministerio del Interior parece no darle importancia. Son como nuestro Marruecos del Norte, con un coste tremendo en los 50 años que llevan con sus actos criminales, reclamando territorios y ciudades. No solo el terrorismo tiene un coste, lo tienen el PNV por las cifras que consigue del Gobierno Central para mantenerlo en La Moncloa, eso es otro tipo de terrorismo subvencionado constitucionalmente. Últimamente han cobrado 500 millones de € por su ayuda a Zapatero en aprobar los PGE y el Congelado de las pensiones.