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Andreu Buenafuente, el bufón de Zapatero, se ha hecho un poco más millonario burlándose de los sentimientos y creencias de los católicos.
Curiosamente, La Sexta ni Buenafuente se mofan nunca de otras comunidades religiosas, como por ejemplo, los musulmanes y sus sÃmbolos.
Quizá no se atrevan. Quizá entiendan que ridiculizar a los cristianos es una de las cosas más baratas en España.
Humillar a los católicos no sólo sale gratis, sino que deja dinero.
Mediapro, propietaria de La Sexta, se embolsó más de 400.000 euros produciendo para otros canales la señal televisiva de los actos del Papa en Barcelona.
La Ley de Televisión (Ley 25/1994, reguladora de la Radiodifusión Televisiva) protege la dignidad de la persona, sus convicciones religiosas y polÃticas, su derecho a no ser discriminada por su sexo, nacionalidad o raza.
El artÃculo 17 dispone que las emisiones de televisión "no incluirán programas ni escenas o mensajes de cualquier tipo que (…) fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social". Ya se han presentado denuncias en los tribunales contra La Sexta y contra Buenafuente por este video.
No es suficiente. El Gobierno es competente para actuar y debe hacerlo.
La autoridad supervisora, en España, son la SecretarÃa de Estado de Telecomunicaciones y los Consejos Audiovisuales autonómicos.
Hay que pÃderles que apliquen la Ley y sancionen a La Sexta por este atentado contra los sÃmbolos y sentimientos religiosos de millones de españoles.