Valencia Opinión Revista - Noticias de la Comunidad Valenciana y sus pueblos

AFINAR LA PUNTERÍA

José Miguel Orts Timoner

Las encuestas han hecho su efecto: Zapatero no será el candidato socialista en 2012. No volverá a darse en el universo la conjunción de los dos soles del progresismo que inspiraba los ditirambos de Leire Pajín. Obama ya ha hecho pública su decisión de volver a luchar por la presidencia de los Estados Unidos, pero estará solo en el firmamento, sin su alter ego leonés. Lo peligroso es que tiene un año por delante para concluir su obra y pasar a la historia de las calamidades nacionales. El precio que nos puede costar su despedida se deja ver, entre otras rendijas, por el aviso de Artur Mas recordándole que en estos meses finales va a necesitar mucho de los votos parlamentarios de Convergència i Unió. Otro tanto podrían decirle el resto de las minorías nacionalistas periféricas que han arropado los desmanes del PSOE en las dos últimas legislaturas. Si es de temer la capacidad de hipotecar el futuro que puede tener un político con ganas de repetir mandato, da pánico imaginar la táctica de tierra quemada que genere el despecho del que vislumbra tras de sí el diluvio de un vuelco electoral. Y, a la vista de los aun no resueltos acontecimientos del 11 de marzo de 2004 que precipitaron la victoria socialista, no hace falta emborracharse de catastrofismo -en tiempo de crisis profunda y de guerra no declarada pero abierta contra el gobierno constituido de un país de la vecindad hasta ayer amigo y aun hoy proveedor de buena parte del combustible que consumimos- para buscar refugio ante las posibles estrategias que inventen los magos del poder, los mismos que pontificaban entonces que "España no se merece un Gobierno que le mienta".

El uso sistemático de la mentira para conquistar el favor de los sufragios de los teóricos soberanos que forzosamente han de elegir a sus representantes para convertirlos en gestores de la res pública no es novedoso como perversión de la democracia. Lo denunciaba ya nada menos que Rousseau en el XVIII: "El pueblo… cree que es libre, pero se engaña: sólo lo es mientras dura la elección de los miembros del Parlamento desde el momento en que han sido elegidos, es un esclavo, no es nada. En los cortos momentos de su libertad, por el uso que hace de ella, merece perderla".

A nadie se le escapa que en estos pagos una parte significativa de los votantes, se sienten partícipes de alguna manera, de un "nosotros" en pugna con un "ellos" antagónico. Y las antipatías grupales pueden más que las simpatías e incluso las fuerzan. Votamos en contra más que a favor. Las afinidades y diferencias se perfilan en el terreno del sentimiento y de los intereses antes de tomar cuerpo en formulaciones ideológicas. Nuestras fobias y filias políticas se asemejan por su irracionalidad más a las que rigen las competiciones deportivas que a la ponderación y equidad que debería caracterizar el ejercicio de la responsabilidad ciudadana.

Para castigar el mal hacer de "los nuestros", sus meteduras de pata o de mano han de ser de tal calibre que nos toquen nuestra calidad de vida: la frustración que ello nos depara implica el reconocimiento implícito de nuestro error como fuentes del poder de quienes han hecho de él un uso torticero. No siempre estamos dispuestos a admitir que no sabemos ser dueños de nuestros destinos ni directamente ni por delegación. Y fácilmente caemos en la tentación de echar el muerto de "nuestro" fracaso a "ellos", a "los otros", radicalizando las diferencias "tribales" hasta extremos de sentirnos excluidos de toda comunión de intereses con quienes comparten con nosotros dignidad, derechos y deberes, como conciudadanos. Y en esta dinámica, aún da resultados el viejo recurso del chivo expiatorio: el aquelarre contra la Iglesia católica lo viene demostrando (¿de qué males no tendrá la culpa?). Otras veces les ha tocado a los judíos o a los rojos. La cosa va por barrios y por épocas.

Estimular esas tensiones es un recurso muy a mano de los políticos fracasados como gestores. Para ello más que avizorar el futuro y descubrir soluciones a los problemas que nos agobian, miremos hacia atrás y busquemos en el baúl de los recuerdos los fantasmas que consiguieron entretenernos en enfrentamientos estériles. Ya que no sabemos administrar la vida en común, cambiemos las vidas personales, convirtamos el poder en lavacerebros, hagamos del Estado el supremo pedagogo que inculque nuevos valores, transformemos la política en un juego de nuevos roles diseñados en laboratorios… Y todo ello presentado como un avance de libertades, como una extensión de derechos, como un rodillo de igualitarismo, que arrase no solo las herencias culturales y tradiciones, sino la misma naturaleza, perfectible por nuestros técnicos. Sin referencias a ningún absoluto, sin verdad, sin iglesias ni dogmas. Bueno, dogmas sí, pero por convención democrática. Nuevos dogmas y nuevas normas de obligado cumplimiento de la religión civil para que los que osen apartarse de ellos cometan delitos tipificados en códigos más que pecados que requieran arrepentimiento y absolución. Que los persigan jueces y policías más que los curas. El viejo sueño de los deístas de las pelucas empolvadas transmutado en el culto al ser humano, que según nuestro aún presidente es el único que merece adoración. Aunque obviamente el ser humano en plenitud. No al decadente ni al que solo está en fase metamórfica de "ser vivo" (Aído dixit).

Cuando se estilaba la zarzuela el coro repetía "dice que se va, dice que se va, dice que se va… y vuelve". Al inicio de la primavera del 2011, hay quien se frota las manos porque ZP tire la toalla. Sobre todo los que piensan en sucederle o en sustituirle, desde su propia bancada o desde la de enfrente. Concentran en Zapatero, en su liderazgo, la pieza a abatir. Lo hacen "ninot" central de una falla, la falla del PSOE, que han de consumir las llamas para conjurar los malos espíritus y que su sacrificio ritual sirva de catarsis. Olvidada la marca ZP por quienes la lanzaron al marketing electoral, se trata de pasar página y mantener en pie el tinglado de la farsa. Se va ZP pero vuelve con otro nombre su proyecto. Un proyecto del que su aparente alternativa está contaminada, por mucha equidistancia, moderación y centrismo que le eche. En el lenguaje del Antiguo Régimen ese proyecto se llamaba Revolución (con mayúscula), con resonancias teológicas. La pervivencia y progreso de esa empresa, en plena debacle económica, cuando el hambre se abre camino en la España del siglo XXI, coloca el debate electoral por encima del detallismo municipal y autonómico de los comicios de mayo. La II República, de la que se proclama continuadora la monarquía del sucesor de Franco a título de rey, vino en 1931, con la excusa de unas elecciones municipales, en las que, a mayor inri, los republicanos no obtuvieron mayoría. Entonces también hubo complicidades regias. Dicen que el pueblo es soberano. Sepamos al menos parecerlo y afinemos la puntería al votar y extrememos el control de lo que hacen con nuestros votos. No son de fiar.


12 Opiniones
  • Gromenauer

    18.04.2011

    Ya verás como sí se va y nos ponen a Zerolo de sustituto. ¿Por qué no?. Es continuista respecto de la línea ultra-izquierdista Zapateril.

  • Alina

    18.04.2011

    Yo todavía no he visto que Zapatero se vaya...Como no te puedes fiar...

  • Sonia Fernández

    18.04.2011

    Esperemos que Rajoy cambie cuando llegue al Gobierno porque si no...

  • Pep

    18.04.2011

    Yo echo mucho demenos un PP, una oposición que meta más caña, que no se esconda y que nos saque a la calle. Zapatero ha hecho loque le ha dado la gana en esta segunda legislatura y Rajoy no ha sabido pararle los pies.

  • Jose Ramírez

    17.04.2011

    Yo nucna pensé que pudiera odiar tanto a alguien...Fue llegar zETApé con todo su odio y la verdad, inmediatamente desarrollé un mecanismo de repulsa que derivó en ODIO...Si el odio que muchos profesaron y mostraron orgullosamente contra Aznar fue inmenso, el mío ha alcanzado más que eso...Ha rozado el INFINITO. España no ha sabido vencer al peor enemigo que un país puede tener, el de su propio presidente como antiespañol.

  • Benilde

    17.04.2011

    Muy buen artículo. Pero si empezamos a repasar todo el mal que ha hecho a tanta gente quizá perdamos la serenidad y nos veamos abocados a decir palabras que no quiero ni pensar...

  • Juan Carlos

    17.04.2011

    Antonio, será todo lo que tú digas, pero mala leche tiene para regalar...

  • Antonio Ledesma

    17.04.2011

    Hay quien dice que no es capaz de inter relacionar más de 2 ideas no directamente relacionadas entre sí. O que tiene una mentalidad de niño de 5 años.

  • Jorge Bello

    17.04.2011

    España no se merece un gobierno que le mienta. Zapatero es UN MENTIROSO. Y Rubalcaba más aún.

  • Agus

    17.04.2011

    Zapatero dice que "lo teníapensado2 desde que feu elegido pero "no lo quiso comunicar hasta ahora" que se iba a ir...Hay que tener un morro que se lo pisa para decir eso así: es como si nos tomara por imbéciles. ¿Por qué no lo dijo desde el principio?.¿Desde antes incluso de ser elegido presidente tras el 11-M?

  • Alberto Bravo

    17.04.2011

    ¿De verdad se va a ir Zapatero?. Yo no sé si creérmelo.

  • Anijuan

    17.04.2011

    Zapatero es un TRAIDOR.

Dinos lo que piensas, deja tu comentario
18223 + 1

Campos obligatorios (*)

El email no será publicado.

Por seguridad, toda etiqueta HTML será reemplazadas a texto