Cayetano González
Fue la frase mas destacada de los dos únicos discursos pronunciados con motivo de la celebración de la Pascua Militar de este año. Y no fue pronunciada por el Rey sino por el Ministro de Defensa, Pedro Morenes, una persona muy poco dada a las declaraciones altisonantes y a buscar titulares en los medios de comunicación. Morenes dijo textualmente que los militares "mantienen el ánimo sereno, sin atender a absurdas provocaciones, y cumplen calladamente con su deber". Como el ministro de Defensa no es un recién llegado a la política -ocupó ya altos cargos en los Gobiernos de Aznar entre 1996 y 2004- habrá que dar por supuesto que sabía perfectamente lo que decía, por qué lo decía y, sobre todo, a quien iba dirigido el mensaje. Parece claro que el destinatario era el Presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su proyecto independentista.
Según el diccionario ideológico de la lengua de la Real Academia Española "absurdo, da" es un adjetivo que significa "contrario y opuesto a la razón". En este sentido, si que puede ser válido el empleo de este adjetivo para calificar la postura del Presidente de la Generalitat, porque, efectivamente, en pleno siglo XXI, que alguien pretenda convertir a Cataluña en un Estado independiente de España y a la vez tener voz propia en Europa, si parece que atenta contra la razón. Pero, y eso no lo engloba el adjetivo de "absurdo", el plan secesionista de Mas, apoyado por ERC es fundamentalmente algo contrario al actual marco constitucional del que nos dotamos los españoles -también los catalanes- en 1978.
Por eso, la respuesta que cabe esperar a los planes de Mas y de ERC por parte del Estado de Derecho, es la aplicación estricta de la ley. En una democracia todos estamos obligados a cumplir la ley y los primeros que deben predicar con el ejemplo son los cargos públicos e institucionales. No está de más recordar que, según el Estatuto de Autonomía de Cataluña -y lo mismo se puede decir del resto de Presidentes de las Comunidades Autónomas-, el Presidente de la Generalitat es el máximo representante del Estado en su ámbito territorial. Si quiere saltarse la ley, por ejemplo, con la convocatoria de un referéndum a todas luces ilegal, deberá enfrentarse a los mecanismos que un Estado de Derecho tiene para defenderse de ese tipo de conductas ilegales.
Por eso, las palabras del Ministro de Defensa hay que entenderlas dentro de un contexto de normalidad institucional. Nadie está pensando que en el 2013, y ante el pulso lanzado por Mas, haya que utilizar al Ejército para defender la integridad territorial de España y el ordenamiento constitucional, algo que por otra parte contempla el artículo octavo de la Constitución, porque antes de llegar a ese extremo, el Gobierno tiene muchos otros instrumentos para hacer frente a esas "absurdas provocaciones".